El miércoles pasado, alrededor de las 20.30, el sector de adelante del ex teatro Parravicini se desmoronó. Los ladrillos y bloques cayeron hacia la calle en momentos en que pasaban por ahí Cora Sosa, de 82 años, Miguel Morandini, de 50 años (madre e hijo, respectivamente), y Víctor Hugo Aranda, de 52 años. La figura penal de la causa, en principio, sería estrago culposo.

El fiscal Diego López Ávila, junto con un grupo de arquitectos e ingenieros, ingresaron la semana pasado al edificio para ver la estructura interna y habrían detectado los puntos débiles de las paredes. "Vamos a realizar tareas de apuntalamiento interno y externo, inclusive en las paredes laterales, para evitar un nuevo derrumbe”", había especificado el fiscal.

Ayer se quitó el techo de chapa que colgaba en el frente del edificio colapsado, de manera que ahora se pueden observar los alcances del siniestro. Según informó Defensa Civil Municipal a LA GACETA, también se removieron parte de las paredes laterales del inmueble, que sorpresivamente se vino abajo la noche del miércoles último.

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Los empleados y responsables de los negocios de esa cuadra del microcentro de la capital coincidieron en que la concurrencia de personas descendió de manera significativa, como consecuencia del vallado de la zona. En algunos casos, resaltaron que el descenso fue de un 50%. En otras situaciones, fue de casi el 100%.

“Al no estar limpio, todavía no se puede ver qué hay debajo de los escombros. Entonces, no se puede determinar si se estaban haciendo obras o qué fue lo que sucedió. Calculo que esto se sabrá en una semana a 10 días”, remarcó López Ávila.

López Ávila dijo que de la unidad académica de la UNT estuvieron en el edificio dañado de 24 de Septiembre al 500. Ingresaron al predio e inspeccionaron diferentes sectores del inmueble.

El fiscal confirmó que la Municipalidad de San Miguel de Tucumán y la empresa Antonio José Fortino Construcciones SRL presentaron la documentación que había solicitado la Justicia, como la carpeta y planos de la obra del edificio. La firma tenía previsto edificar dos locales comerciales y una playa de estacionamiento.