Las tensiones volvieron al mercado cambiario. El dólar tomó otra vez una senda alcista y, en Buenos Aires, cerró a $ 25,47, en su cotización minorista para el tipo vendedor, es decir, 22 centavos más que el lunes. Se trata de la cuarta escalada consecutiva de la divisa estadounidense que, el 14 de este mes trepó a su máximo histórico, de $ 25,51. “El dólar mayorista muy demandado siguió subiendo en el mercado de cambios con la presión de bancos, empresas e inversores, por coberturas en la divisa norteamericana, saliendo de activos en pesos y pagando giros al exterior y atesoramiento”, dijo Fernando Izzo, de ABC Mercado de Cambios.
“El freno a esta escalada del dólar a $ 24,95 fueron las ventas del Banco Nación, se calcula que unos 300 millones de dólares que tuvo que salir en auxilio del banco central para dar liquidez al mercado y que no se llegue a utilizar el tope de $ 25 que establecieron las autoridades monetarias”, agregó en declaraciones a la agencia internacional Reuters.
La renovada ola de apreciación del “dollar index” (referencia de la divisa respecto de una casta de monedas externas) -con correlato en la debilidad de monedas emergentes- siguió incentivando al dólar mayorista que cerró en $ 24,84, explicó a LA GACETA el economista Gustavo Ber. Esto se dio aún con la asistencia de bancos oficiales, ya que la demanda privada estuvo firme y quedó por momentos durante la rueda cara a cara con el “mega offer” de los $ 25 del Banco Central, precisó el analista, en referencia a la muralla establecida por la autoridad monetaria con una oferta de $ 5.000 millones para sostener el tipo de cambio por debajo de los $ 25.
Según Ber, la de ayer fue otra jornada cambiaria frenética, que se presumía por el contexto internacional y a la sostenida demanda local por cobertura de portafolios. De todas maneras, la entidad monetaria nacional aclaró que no tuvo intervención en el mercado cambiario. De esta manera, las reservas internacionales finalizaron en U$S 50.915 millones, disminuyendo U$S 1.015 millones respecto al día hábil anterior, informó la entidad que preside Federico Sturzenegger.
Respecto de la situación internacional, el analista bursátil Christian Buteler explicó que la tasa del bono norteamericano a 10 años se desplomó y eso presagia “un vuelo a la calidad (en las inversiones), que implica la salida de capitales de los mercados emergentes”. La agitación política en Italia generó temores de una nueva crisis en la zona euro, lo que hizo subir al yen japonés e impulsó al dólar estadounidense a un máximo de 10 meses contra el euro. El dólar se apreció a su mayor nivel contra el euro desde julio de 2017 a U$S 1,1506, tras una liquidación en el mercado de deuda de Italia que llevó a los inversores a alejarse también de la moneda del bloque europeo.
Las reservas
El Central, en tanto, informó que efectuó la cancelación de obligaciones con el Club de París por U$S 459 millones y que esa fue una de las razones por la que las reservas quedaran en su nivel más bajo en siete meses.
Según Buteler, la Argentina cambió el rumbo en diciembre pasado, “con una baja de tasas que no era consistente con la realidad”. “A eso se le sumó el impuesto a la renta financiera para no residentes y entre ambos hechos se disparó una crisis cambiaria que aún no termina”, puntualizó. El analista describió que esas fueron las razones para que el peso argentino se depreciara un 31% respecto de la cotización de cierre de 2017. “También es importante mencionar que el mundo absorbió toda la deuda posible y, frente a la situación de los mercados, dijo basta. A este escenario hay que agregarle números fiscales que no cierran, una baja de tasas impuestas por presión política, y no por resultados económicos, que hizo que estemos en medio de esta turbulencia sin saber como resultará”, argumentó en su charla con LA GACETA.