Mañana asumirá la nueva conducción de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT). Hasta 2022, los ingenieros José García y Sergio Pagani serán rector y “vice”, respectivamente. Así, llegarán a su fin a los cuatro años de gestión de Alicia Bardón.
Por eso, es tiempo de balances en la casa de Juan B. Terán. El jueves, en su discurso por el 104° aniversario de la UNT, Bardón escogió una sola cifra para graficar su administración: más de 17.270 títulos otorgados. Estos superan en un 48% a los entregados en la gestión anterior, a cargo de Juan Alberto Cerisola, que totalizó 11.615 diplomas.
La secretaria académica de la UNT, Marta Juárez de Tuzza, explicó que el 92% de los títulos expedidos entre 2014-2018 “ya están en manos de sus egresados”.
La funcionaria -su mandato finaliza junto con el de Bardón, pero García no anunció quién ocupará ese cargo- señaló que este resultado es producto de “dos procesos fundamentales”.
En primer lugar, detalló Juárez de Tuzza, se instrumentó una nueva metodología en la Dirección General de Títulos del Rectorado. “Se trabajó analizando de manera integral los expedientes, que son los que generan la elaboración de diplomas y certificados de estudios; estos expedientes contienen una serie de datos que proporciona la facultad, y cuando está (todo) correcto se elabora también el diploma, que tiene una serie de pasos que se cumplimentan dentro de la Dirección General de Títulos (del Rectorado), para ir a la Dirección Nacional de Gestión y Fiscalización Universitaria”, relató la secretaria académica de la UNT. Aseveró que esta mecánica permitió superar las moras registradas en años anteriores. “Este proceso de cambio significó mirar el expediente de manera integral, y una vez que se lo había revisado completo, recién remitirlo (de nuevo) a la facultad en caso de que estuviera incompleto o con errores, o elaborar el diploma correspondiente. Esto antes se hacía de manera parcial, estaba muy segmentado, y generaba demoras y contratiempos para la elaboración del diploma”, marcó Juárez de Tuzza.
La segunda parte de este “gran proceso”, añadió, se realiza en la Dirección de Títulos y Alumnos de las facultades. “(Esto no comienza) cuando el alumno egresa; es un proceso que se inicia cuando ingresa a la Universidad”, manifestó la secretaría académica de la casa de altos estudios. Aseveró que, para esta instancia, fue clave la “capacitación y profesionalización que durante este ese período se trabajó con el personal no docente”.
“Estos dos procesos que se han empezado a aplicar de manera coordenada y cooperativa han logrado que podamos tener una curva ascendente en la elaboración de diplomas, recuperando procesos inclusive anteriores”, prosiguió Juárez de Tuzza. Explicó que debido a esa “recuperación” de casos precedentes es que el número de títulos no coincide en la cantidad de egresados. “Tenemos un número superior, importante, de diplomas elaborados, recuperando tiempo”, argumentó. En ese sentido, insistió con destacar la modificación de los procedimientos administrativos, tanto en las facultades como en el Rectorado. “Esto permitió que se recuperara la dinámica necesaria para que los diplomas estén realizados y entregados a los egresados de las carreras, acortándose los tiempos entre la fecha de egreso y la fecha de entrega del diploma”, añadió.
Según datos aportados por la UNT, de los 17.270 títulos entregados en la gestión de Bardón, el 69,3% (11.969 diplomas) corresponden a carreras de grado; el 10,3% (1.784), a las de posgrado; el 10,8% (1.869), a tecnicaturas; el 1,7% (296), a nivel superior; y el 7,8% (1.352) a secundario.
El jueves, tras su último discurso en el Rectorado, Bardón destacó la cifra total de diplomas y la entrega de los que tenían demora. “Para una Universidad, cuyo objetivo principal es dedicarnos a nuestros estudiantes y colaborar para que quienes comienzan (una carrera) la terminen, el único número que he dado en mi discurso es ese (los 17.000 títulos), porque es el más elocuente: significa que hemos cumplido la misión”, afirmó entonces la rectora saliente.