VENEZUELA.- Poco más de 20 millones de venezolanos tendrán la chance de ir hoy las urnas con la certeza de que el presidente, Nicolás Maduro, será el ganador y logrará otro mandato hasta 2025, pero también con dos incógnitas: qué porcentaje del padrón se abstendrá, en respuesta a un llamado en ese sentido de la mayoría de la oposición y del puro descreimiento que generó el proceso, y cómo reaccionará la comunidad internacional.
Como pocas veces ocurrió en el país, en la votación presidencial existen posibilidades de que el índice de abstención sea mayor al que logre el ganador de la contienda, seguramente Maduro, que expresó su confianza en que el oficialismo logre unos 10 millones de votos. Heredero del fallecido Hugo Chávez, Maduro es el candidato del Polo Patriótico Simón Bolívar, que integran, entre otras fuerzas, los partidos Comunista, Socialista Unificado Venezolano, Patria para Todos y Somos Venezuela, y tendrá a tres rivales de fuerzas menores que evaluaron que no convenía dejarle todo el escario electoral al oficialismo.
El ex militar y ex gobernador Henri Falcón, candidato de Avanzada Progresista, una sector de Copei y el MAS; el ex pastor Javier Bertucci, postulado por Esperanza para el Cambio; y el ingeniero Reinaldo Quijada, de Poder Popular 89, serán quienes buscarán imponerse a Maduro o, al menos, ocupar el lugar de una opción electoral válida.
Los comicios se dan en medio de una severa crisis socio-económica, que el Ejecutivo atribuye a una “guerra” económica de empresarios y Estados Unidos, y que ya generó un importante éxodo de ciudadanos a otros países de la región.
Las elecciones fueron convocadas por la Asamblea Constituyente, en funciones desde agosto pasado únicamente con representantes del chavismo y convertida en poder supremo del país, aunque luego el Consejo Nacional Electoral (CNE) modificó la fecha.
La decisión de la Justicia de impedir presentarse a varios de los principales dirigentes de la oposición, la prohibición de que exista como tal una boleta de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) -que agrupa a casi todo el antichavismo-, la mayoría chavista en el CNE y el uso del aparato del Estado en favor de Maduro fueron los argumentos de la oposición para decidir no competir.
La MUD fue aún más allá: llamó a la abstención en una serie de actos y concentraciones en los que promovió la idea de “no convalidar el fraude”. No es la primera vez que usa ese mecanismo: en las parlamentarias de 2005 también llamó a no sufragar. Aunque sí es la primera ocasión, desde que se instauró la democracia en 1958, que un grupo político de peso decide no impulsar a un candidato para una compulsa presidencial.
Paradójicamente, una baja participación podría favorecer a Maduro, porque el gobierno controla un piso de votantes de al menos cuatro millones de votos, según los analistas, y tiene la estructura del Estado a su favor. (Télam)
“Tiene sed y ambición y de poder”, dice Piñera
El presidente de Chile Sebastián Piñera criticó ayer a su par de Venezuela Nicolás Maduro a un día antes de la realización de las cuestionadas elecciones venezolanas en las que el gobernante busca su reelección. “Cómo puede el presidente Maduro tener tanta sed y ambición de poder, que está dispuesto a seguir causando tanto dolor y sufrimiento a su propio pueblo con tal de aferrarse al poder”, escribió Piñera en su cuenta de Twitter.
Desde antes de llegar a la presidencia, en marzo pasado, Piñera se ha mostrado como un duro crítico del gobierno de Maduro. En forma paralela ayer se dio a conocer una carta en la que al menos 54 políticos chilenos de oposición, entre los que se incluye al ex presidente Ricardo Lagos, rechazan las elecciones venezolanas y la situación en ese país. “Sostenemos nuestro fuerte repudio al régimen que ha creado Nicolás Maduro en Venezuela”, afirma el texto que fue adelantado por el diario “La Tercera”, y sostiene que los comicios “no ofrecen las garantías mínimas de competencia real”.
La Unión Europea anunció que no reconocerá los comicios porque fueron convocados de manera anticipada por la Asamblea Constituyente, un órgano plenipotenciario controlado plenamente por el chavismo, y porque los principales líderes opositores fueron inhabilitados. Tampoco reconocerán los resultados los 14 países del llamado Grupo de Lima (Argentina, Brasil, México, Colombia, Chile, Perú, Paraguay, Panamá, Honduras, Costa Rica, Guatemala, Canadá, Guyana y Santa Lucía). De igual manera, en la Organización de Estados Americanos (OEA) se ha formado un bloque de 19 países (de un total de 34) que claramente critican a Venezuela en materia de DDHH y democracia. El analista Félix Seijas, de la encuestadora Delphos, alertó de que si triunfa Maduro es posible que se radicalice el modelo socialista.
El Gobierno acusa a los Estados Unidos
El gobierno de Venezuela rechazó ayer las nuevas sanciones económicas que el Departamento del Tesoro de EEUU impuso al “número dos” del chavismo, Diosdado Cabello, y su familia, al señalar que esas acciones buscaban “sabotear? las elecciones presidenciales y las enmarcó en la “sistemática campaña de agresiones del régimen supremacista, racista y belicista”de la administración de Donald Trump. “No sorprende que en vísperas de un nuevo proceso electoral, donde el Pueblo venezolano saldrá a defender su democracia en contra de las agresiones imperiales, que una vez más el régimen estadounidense de turno intente sabotear los comicios mediante el uso de medidas ilegales de coerción”, advirtió.