“Es un club inventado”. La frase pertenece a Daniel, cantante y remisero de la vecina localidad de 9 de Julio y se refiere al sorprendente Agropecuario, de Carlos Casares.

El concepto no es despectivo, condice con la realidad. El Club Agropecuario Argentino no tiene arraigo (aún) en Carlos Casares por la sencilla razón de que fue fundado en 2011 por Bernardo Grobocopatel, integrante de la familia dueña de una de las empresas agroindustriales más poderosas del país, Los Grobo Agropecuaria S.A.

El poder económico de Grobocopatel dio impulso a la aventura del “Sojero”, que en un sprint notable pasó de jugar en el viejo Argentino B a estar a cuatro partidos de ascender a la Superliga, todo en un abrir y cerrar de ojos que no alcanza todavía siete años de vida.

“En estos momentos tendría que estar en Disney, con mi familia”, contó a LG Deportiva el presidente de Agropecuario. La clasificación in extremis al Reducido y luego la impactante victoria de visitante sobre Almagro truncaron los planes de viaje de quien aseguran “vive solo para el fútbol” desde la gestación de su “bebé” de color verdirrojo.

Según Grobocopatel, nadie pensaba que esta temporada Agropecuario pelearía el ascenso. Ante la pregunta sobre si el club está preparado para pegar el salto a la Superliga en su primera temporada en la B Nacional, el presidente reconoce que tendría que invertir mucho dinero en mejorar el coqueto estadio para 15.000 espectadores que lleva el nombre de su abuela, Ofelia Rosenzuaig.

Casares (a secas, como se conoce a la ciudad) tiene en torno a 20.000 habitantes y vive exclusivamente del agro. Las sequías e inundaciones del pasado reciente no hicieron demasiada mella en el poder económico de sus habitantes.

Menos futboleros que sus vecinos de 9 de Julio, los casarenses contemplan admirados la parábola ascendente de Agropecuario, un hecho que efectivamente podría desembocar, a un puñado de partidos de distancia, en la llegada de visitas ilustres al corazón de la Pampa Húmeda bonaerense: Boca y River, entre otros.

Claro que la intención de San Martín es impedírselo. Con la mitad de Tucumán detrás suyo, el plantel “santo” se alojó en un hotel de 9 de Julio velando armas para la primera semifinal de un Reducido de la B Nacional que le dio una vida más luego del duro tropezón que sufrió en el tramo final del torneo.

El presidente Grobocopatel admitió a LG Deportiva: “Jugar contra un grande del interior como San Martín, que debería estar siempre en Primera, ya es un logro para nosotros”.

Aunque advierte: “Igual a mí siempre me gusta ganar. Y ahora que estamos en esta instancia mucho más…”.

La revancha, el domingo

Apenas terminó el partido, el plantel volvió a Buenos Aires, donde a las 6.30 tenían previsto abordar el vuelo que los iba a depositar en nuestra provincia. Quedó confirmado que la revancha se jugará el domingo, a las 17.

Diego se queda afuera

Diego Martínez ingresó en una posición poco habitual por la lesión de Esteban Espíndola López (sufrió un golpe en el pie derecho) y cumplió. Sin embargo sumó su quinta amarilla por lo que se perderá el partido de vuelta.

Listo para volver

En el juego de ayer, Rolando Serrano purgó la suspensión y podrá volver a estar en la consideración de Darío Forestello. Sin Emiliano Albín y Espíndola López, lesionados, “Chopy” parece una fija para volver a la titularidad.

Venta de entradas

Hoy a las 9, en las oficinas de La Ciudadela y las ubicadas en Maipú 50, comenzarán a venderse las localidades para el juego del domingo.

Demorados

Los hinchas “santos” que llegaron a Carlos Casares fueron demorados en el centro de la ciudad hasta que terminó el juego para impedir que se acercaran al estadio.