El presidente Mauricio Macri necesitaba el respaldo de los gobernadores del PJ para preparar el escenario que se viene. Con su equipo económico gestionando un crédito del FMI, su elenco político avanzó en la búsqueda de acuerdos para, por un lado, lograr respaldo peronista al financiamiento externo y, por el otro, tratar de frenar en el Senado la iniciativa con media sanción que frena el incremento de las tarifas en los servicios públicos. Por eso ayer, el jefe de Estado convocó a la Casa Rosada a cinco gobernadores del PJ, con buen diálogo con el oficialismo y con poder de decisión en el bloque parlamentario Argentina Federal.
Macri arrancó el encuentro haciendo un pormenorizado análisis sobre el incremento de las tasas en los Estados Unidos, el déficit en la balanza comercial, el impacto del impuesto a la renta financiera para los extranjeros y la minicorrida del dólar. Todo esto causó la inquietud oficial que motivó el pedido de un préstamo stand by al Fondo Monetario Internacional.
La exposición fue escuchada por los gobernadores de Tucumán, Juan Manzur; de Córdoba, Juan Schiaretti; de Entre Ríos, Gustavo Bordet; de San Juan, Sergio Uñac y de Chaco, Domingo Peppo. Luego hubo otros encuentros entre funcionarios nacionales y otros gobernadores provinciales. Macri fue acompañado por el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y por el jefe de Gabinete, Marcos Peña. “Todos los mandatarios provinciales están convencidos de que hay apoyar todas las políticas que impliquen la posibilidad de que la Argentina continúe con esta senda de crecimiento económico, que es el único camino posible”, declaró Frigerio al término del encuentro.
“Fuimos porque entendemos que hay que coordinar esfuerzos y sumar”, afirmó anoche a LA GACETA el gobernador tucumano, al regresar a la provincia. “Cada vez que me llame el Presidente, allí estaré”, agregó Manzur, que ponderó el gesto de ser convocado. Al ser consultado sobre la decisión nacional de acudir al Fondo, contestó: “es un tema del Ejecutivo nacional”. “Estamos todos en el mismo barco, convencidos de que tenemos que tirar para el mismo lado y generar todos los instrumentos que estén a nuestro alcance”, dijo por su parte Frigerio. El tucumano compartió esa apreciación.
Durante la cumbre con Macri, Manzur dijo que contribuirá para que se encarrile la situación económica del país. En uno de los intercambios de opiniones, el gobernador le dijo al Presidente que Tucumán no tiene una alta exposición a los vaivenes externos, ya que no emitió bonos dolarizados. “En Tucumán, no hay déficit; tenemos superávit en la balanza comercial y no emitimos títulos en moneda extranjera. Además, cumplimos con el pacto fiscal”, respondió ante una consulta del jefe de Estado.
La palabra ajuste ha sido eliminada del diccionario del Ejecutivo provincial, que se ataja mostrando equilibrio en las cuentas.
Sobre el tema tarifario, ninguno de los mandatarios asistentes realizó comentario alguno. Si bien Macri hizo foco en el costo fiscal que podría tener la iniciativa con media sanción en Diputados, los mandatarios consideran que no se trata de un tema de resolución inmediata y que debe seguir siendo materia de conversación. La Rosada anunció que vetará el proyecto si el Senado lo convierte en ley.
En el medio de este debate, habrá que cambiar algunas cuestiones. Por ejemplo, el ministro del Interior dijo que es necesario fijar las pautas presupuestarias para 2019, aunque también hubo ratificación de que se girarán los fondos pautados para este ejercicio y promesas de ejecutar las obras públicas programadas en cada provincia para este año.
El valor del diálogo
Frigerio enfatizó de que la Argentina y sus dirigentes políticos están convencidos de que “no se puede vivir eternamente de fiado” y que es fundamental mantener el gradualismo para alcanzar el equilibrio fiscal.
El analista Hugo Haime consideró que, cuando se le dice a los argentinos que hay problemas con el dólar y se acude al FMI, es como reconocer que hay crisis económica. “Eso se percibe desde la opinión pública y por eso la incertidumbre en la sociedad”, manifestó en un contacto telefónico con LA GACETA.
El analista consideró que la inquietud macrista se asienta en el hecho de que la conducta de los diputados del bloque Argentina Federal “marca que esa parte del PJ, que representa a los gobernadores, ha decidido pararse en la vereda de la oposición”. La cuestión a su criterio, marcará otro dilema: si esos gobernadores están dispuestos a ser oposición antes de las elecciones y si Macri veta un proyecto que puede tener un alto costo político por la cuestión tarifaria. En suma, Haime puntualizó que, mientras el Gobierno nacional intenta mantenerse en el centro de la escena, a los gobernadores se les presenta la disyuntiva de decidir qué quieren hacer pensando en este año y en el que viene, que es electoral.
Otro analista político, Sergio Berensztein, enfatizó que el diálogo con los gobernadores es esencial para la gestión de Macri, pero en vistas al lanzamiento prematuro de su campaña por la reelección en 2019, choca con los intereses de varios mandatarios que también quieren repetir mandato. “La situación es compleja y hay que estar en los zapatos de los gobernadores porque Macri, además de ser el presidente de la Nación, es el jefe de su espacio político, Cambiemos”, manifestó. Berensztein acotó que, en un juego de suma cero, alguien pierde. Sin embargo, remarcó que, más allá de esas pujas preelectorales, la mayoría de los gobernadores quieren colaborar con el Gobierno nacional porque, a su criterio, “quieren evitar la crisis de gobernabilidad” que, en mayor o menor medida, también impactará en cada uno de sus distritos.
“Una estrategia sería suspender cualquier especulación política hasta fin de año, que puede ser el plazo máximo de salida de esta crisis. Y, en ese sentido, el diálogo no puede ser utilizado para lo coyuntural, sólo cuando estamos mal”, finalizó.
Cuando el peronismo está en la oposición, carece de liderazgo. En ese escenario, el rol de los gobernadores pasa a ser relevante. Es que se transforman en su “referente” político. Como ha sucedido con los tres gobiernos “no” peronistas que han gobernado desde 1983, cuando la economía se complica, el rol de los gobernadores se hace más relevante.
En los tres casos, el PJ tuvo mayoría en el Senado y una primera minoría en Diputados. Sin mayoría en el Congreso y sin mayoría en los gobernadores, un presidente “no” peronista no tiene otra opción que negociar con ellos y así lo está haciendo ahora Mauricio Macri.
A los gobernadores él debe pedirles que le dejen hacer las cosas. Pero no que compartan el costo de hacerlas. Esta es la clave del éxito al negociar con ellos.