La querella y la fiscalía pedirán hoy la pena máxima de 25 años de condena y la prisión preventiva para el cura Justo José Ilarraz, en la lectura de los alegatos en el marco del juicio al sacerdote por abuso y corrupción de menores en el seminario menor de Paraná.
"Veinticinco años", dijo antes de ingresar a la sala de juicio el abogado querellante Marcos Rodríguez Allende, al precisar la condena que pedirá para el religioso que este jueves ingresó nuevamente en silencio a los tribunales de Paraná, donde se lo juzga a puertas cerradas.
Un cura admitió que no denunció los abusos de Ilarraz porque "así era en esa época"
En tanto, los fiscales Juan Francisco Ramírez Montrull y Alvaro Piérola adelantaron que solicitarán además de la pena máxima la prisión preventiva del imputado, lo que deberá resolverse al momento de la sentencia, informó Télam.
Piérola valoró como "ofensivas" las declaraciones de Ilarraz, que ayer aseguró ante el tribunal que las denuncias en su contra obedecen "a un plan pergeñado por una de las víctimas, en complicidad con psicólogos, obispos y otras personas".
Ilarraz, que ejerció su sacerdocio hasta 2012 en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús de Monteros, ya había sostenido una apreciación semejante en 2014 cuando testificó ante la jueza de Instrucción, Paola Firpo.
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Ramírez Montrull expresó que en el alegato "detallaremos toda la evidencia y la prueba recolectada que va a fundamentar la condena a Ilarraz". Y ratificó: "vamos a estar cerca de los 25 años de prisión que es la pena máxima que dispone el Código".
Califican de contundentes los testimonios en contra de Ilarraz
Ilarraz está acusado de haber abusado de siete niños de entre 10 y 14 años en el Seminario Arquidiocesano de Paraná, donde se desempeñaba como preceptor y tenía a los menores a su guarda entre 1984 y 1995.
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En la sala están además de las partes involucradas en el juicio dos de las víctimas de Ilarraz que por primera vez se enfrentan al cura, cara a cara. Los hombres, que hoy tienen alrededor de 40 años, acusan a Ilarraz de haberlos abusado durante su adolescencia y al momento de testificar habían pedido que el sacerdote saliera de la sala.