Pocas veces en la historia del fútbol un jugador haya marcado de manera tan indeleble algún certamen como lo hizo Diego Maradona en México 1986.
En la decimotercera Copa del Mundo, el “10” hizo lo mejor de lo mejor, para volver a poner a Argentina en el máximo escalafón mundial. Maradona fue el genio que guió a su Selección al estrellato; fue decisivo en todos los partidos decisivos y brilló con luz propia como sólo él lo puede hacer.
Quizás el duelo más emblemático del Mundial y que pinta con total magnitud lo que generó el mejor jugador del mundo se jugó el 22 de junio de 1986 en el estadio Azteca, del Distrito Federal, ante 115.000 espectadores.
Aquella tarde, Inglaterra era el rival en cuartos de final, con las heridas aún abiertas debido a la guerra de Malvinas. Diego, ayudado quizás por una fuerza sobre humana edificó una victoria que inyectó alegría y mucho ánimo en los dirigidos por Carlos Bilardo, en el que quizás fue el triunfo que despejó la ruta que conducía a alzarse con la Copa.
En aquel duelo, Maradona hizo de todo: lo bueno, lo malo y lo fantástico. No sólo fue una pesadilla para los defensores ingleses, sino que también marcó los dos goles con los que Argentina terminó venciendo para clasificarse entre los cuatro mejores del Mundial.
En aquel juego, Maradona apareció en toda su dimensión en el arranque del complemento. Si bien fue fundamental durante todo el juego (y toda la Copa), durante ese lapso tomó el papel protagónico para guiar a su Selección a la próxima ronda de la competencia.
Iban seis minutos de la parte final y el partido estaba 0 a 0. Diego fue a disputar una pelota aérea con Peter Shilton, el arquero inglés. Se elevó tocó la pelota con su puño izquierdo y dejó desairado al golero. Nadie entendía nada y Maradona festejaba el 1-0.
Protestas inglesas
Las protestas inglesas no se hicieron esperar, pero el “10” corría desenfrenadamente y el juez tunecino Alí Bennaceur convalidó una conquista que pasó a la eternidad como la “Mano de Dios”.
“Fue un gol totalmente legítimo porque lo convalidó el árbitro. Y yo no soy quien para dudar de la honestidad del juez. Si lo cobró es porque fue gol”, dijo un Maradona súper diplomático, meses más tarde, entrevistado por una cadena inglesa.
Pero eso no fue lo único que haría el “crack” durante ese juego. Tres minutos después de esa “avivada”, Diego edificó una obra de arte que quedará grabada a fuego en la historia del fútbol grande, al marcar el mejor gol de la historia; una genialidad compuesta por una sucesión de gambetas en velocidad a lo largo de más de 40 metros de recorrido.
Esa acción puso de pie a todo el estadio Azteca.
Maradona tomó el balón en su propio campo; aceleró dejando en camino a cinco rivales; amagó ante la salida de Shilton y tocó suave para marcar el segundo tanto y dejar boquiabierto a todo el estadio.
“Sufrí el gol más bonito que a uno le puedan hacer. Hasta lo sufrí como amante del gol que soy porque debe ser el mejor gol de la historia de los Mundiales”, confesó minutos después de firmada la obra, el goleador inglés Gary Lineker.
Sergio Batista aseguró que no sabía cómo felicitar a Maradona. “No podía creer lo que estaba viendo. Cuando marcó el gol corrí a abrazarlo y le dije: sos un hijo de pu... ¿cómo vas a hacer algo así? Me pareció que felicitarlo era demasiado poco para una obra de arte como esa”, sentenció.
Otro doblete
Ya en semifinales, otro doblete del astro doblegó a Bélgica; en la final ante Alemania, si bien no convirtió, Maradona asistió a Jorge Valdano en el 3 a 2 que consagró a Argentina.
“Pelusa” fue galardonado como el mejor jugador del torneo y alzó la Copa para devolver a su país a lo más alto del fútbol. Sí, Maradona fue el genio que nos devolvió la alegría.
La figura
Diego Maradona dejó su marca en México. Marcó cinco tantos; fue clave para que Argentina obtenga la segunda Copa y marcó el gol (el 2-0 contra Inglaterra) que se considera el mejor en la historia de los mundiales. Muchos lo consideran desde ese momento el mejor jugador de todos los tiempos
La “mano de Dios”
Así se hizo conocido el primer gol que Diego Maradona le convirtió a Inglaterra por los cuartos de final de la Copa. En 2005, 19 años después del polémico gol, el “crack” confesó, en su programa “La Noche del 10”, que el gol había sido con la mano, algo que hasta ahí nunca había aceptado.
Esa declaración generó opiniones diversas a lo largo del mundo. Mucho más teniendo en cuenta que en
2008, Diego le había declarado al diario “The Sun”, de Inglaterra, que estaba arrepentido por aquel gol y que le pedía perdón a los ingleses por esa acción.
El goleador
Gary Lineker fue el máximo artillero de esta Copa, con seis conquistas. Si bien no marcó en sus dos primeros partidos, terminó el torneo en el máximo escalón de la tabla de artilleros, superando por una conquista a Emilio Butragueño, Diego Maradona y el brasileño Careca.