Margarita Toro siempre tuvo un carácter fuerte que le permitió ser respetada y dirigir a una familia cargada de problemas. Siendo una adolescente se unió sentimentalmente con Daniel “El Rengo Ordóñez” Tévez, el hombre que habría introducido el paco en la capital y que impuso el modelo del narcomenudeo en estas tierras.
La mujer, de 53 años fue víctima de un secuestro en la puerta de su casa. Para muchos fue un golpe durísimo para una organización que pensaba que nadie se atrevería a tocarla y menos en el barrio que ellos creían dominar. “Esto recién comienza y seguro que en su entorno están pensando que sucedió para que suceda algo así”, comentó una fuente de la investigación.
Margarita cumplió con una condena por comercialización de drogas en su casa. Luego de la muerte del “Rengo”, decidió instalarse en el barrio que la vio crecer y mantuvo enfrentamientos con otros grupos. El más conocido fue cuando protagonizaron una batalla con Los Carrión.
La mención de “Oreja” Peralta, una sorpresa
Margarita Toro también acusó a Luis “Oreja” Peralta como uno de los integrantes del grupo que la secuestró. El mencionado es hermano de Walter “Pico” Peralta, que protagonizó una cinematográfica fuga de la comisaría de Delfín Gallo, lugar donde se encontraba detenido por una causa vinculada a drogas.
A los investigadores les llamó la atención que “Oreja” haya actuado a la par de Gustavo “El Gordo” González, ya que no existen vínculos entre ambos clanes. Además, Peralta fue acusado de haber estado como custodio de Ángel “El Mono” Ale cuando este último hirió de un balazo en la pierna al líder de la barra de Atlético hace varios años atrás. Los 30, según confiaron fuentes policiales y judiciales, están sospechados de liderar una organización de narcomenudeo con sedes en varios barrios del sur de la ciudad, donde compiten con el dominio con Los Garra. Los hermanos Peralta también fueron mencionados varias veces en el juicio en el que fueron condenados los miembros del Clan Ale.
“El Gordo” podría terminar en la cárcel con sus hermanos
El 23 de marzo, Gustavo “El Gordo” González respiró aliviado. En un juicio abreviado, fue condenado a tres años de prisión condicional por un homicidio en ocasión de riña. Los miembros de ese tribunal, le advirtieron que debería cambiar de vida, caso contrario, tendría problemas legales. Un mes después de ese fallo, su nombre volvió a escribirse en una crónica policial.
Él negó haber participado en el secuestro de Margarita Toro y decidió ponerse a disposición de la Justicia Federal. El fiscal Pablo Camuña, que investiga el caso, no decidió nada sobre su futuro procesal. El Clan Acevedo viene recibiendo varios golpes judiciales. Sergio “Chupete” Acevedo fue condenado a 17 de prisión por el crimen de Pablo Palavecino, ocurrido en 2003. En tanto que Javier “Jazo” Acevedo recibió una pena de siete años por tentativa de homicidio contra Nelson Ezequiel Juárez. Y si se complica procesalmente su situación, “El Gordo” González podría cumplir la condena que le aplicaron tras las rejas.