Villa 9 de Julio es una populosa barriada de la zona noreste de San Miguel de Tucumán, que ayer fue protagonista internacional del partido de la Copa Libertadores en el que Atlético le ganó 3 a 0 al Strongest de Bolivia; y que simultáneamente fue el centro de atención de la provincia tras el secuestro de Margarita Toro, señalada como la líder del Clan Toro, sospechado de estar dedicado al narcomenudeo.
En cada esquina de esta barriada se respiró un clima de inquietud. “Esa es la calle Justo de la Vega. Pero tengan cuidado si doblan; es peligroso”, advirtió una mujer, que caminaba apurada por la esquina donde vive “La Patrona”, como llaman a la cabecilla del grupo que domina la zona.
Un equipo de LA GACETA recorrió durante la tarde de ayer esta parte interna de Villa 9 de Julio. Los Toro no quisieron hablar con este diario, que les ofreció una entrevista a través de representantes legales, familiares y allegados.
Cerca de la casa de Margarita Toro, varios grupos de jóvenes permanecían apostados. Unos estaban sentados; otros caminaban de un lado a otro sobre la misma vereda.