PARANÁ.- El fiscal Alvaro Piérola, quien lleva adelante la acusación contra el sacerdote Justo José Ilarraz, aseguró que los testimonios que brindaron las víctimas durante las dos primeras jornadas del juicio fueron contundentes en términos probatorios para acreditar la existencia de los hechos y la participación del cura acusado de abuso sexual de menores.
El juicio oral contra el sacerdote acusado de haber abusado de siete chicos de entre 10 y 14 años en el seminario en el que él era precepto, comenzó el lunes en Paraná a puertas cerradas y hasta ayer se escucharon los testimonios de los siete denunciantes. ”Creemos que serán suficiantes para probar los hechos”, afirmó.
El fiscal criticó, a su vez, la estrategia de Jorge Muñoz, abogado del sacerdote, quien pedirá la prescripción de la causa o “la atipicidad de la conducta” del religioso, sobre quien dijo que “busca marcar contradicciones que tienen más que ver con detalles de los hechos y no con lo sustancial”.
“Buscar en hechos que fueron hace 30 años una contradicción que tenga que ver con el horario preciso en que a una persona la abusaron, es como tratar de buscarle el pelo al huevo; hay que tomar el relato en su conjunto”, explicó Piérola, para quien el defensor quiere “negar todo el proceso que hace a una persona víctima de un delito de este tipo”.
Las audiencias se retomarán el próximo lunes en los tribunales de Paraná, adonde el cura -que evita el contacto con la prensa- llegó el lunes y martes acompañado por su hermano y su abogado.
Se esperan, por cada día, los aportes de al menos una decena de testigos y que se confirme, a su vez, la mecánica para que atestigüen un cardenal, tres obispos, 24 párrocos y cuatro ex sacerdotes. Para los primeros, por su jerarquía, los abogados querellantes presentarán esta semana por escrito sus preguntas. (Télam)