SANTA CRUZ DE LA SIERRA (Nicolás Iriarte, enviado especial de LG Deportiva).- “Atlético no va a jugar en el Everest del fútbol, van a jugar en el Illimani”, dijo Pablo Escobar, delantero de The Strongest. Al además capitán del equipo, le mencionaron el título de una nota publicada el último lunes en LG Deportiva y aunque estuvo de acuerdo con la analogía, no quiso irse hasta China o Nepal (ambos países reclaman la ubicación del Everest) para la comparación, sino hacerlo mucho más local.
La montaña Illimani es un pequeño monstruo ubicado cerca de la ciudad de La Paz, que mide 6.462 metros y es considerada la segunda más grande de Bolivia. “No es fácil jugar acá para los de afuera, pero nosotros vivimos en La Paz y somos felices en La Paz”, agregó Escobar que será solo una de las amenazas que deberá contener Atlético.
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Escobar lo tiene claro y no se trata de alguien que se esté arrogando virtudes inexistentes. El poderío de The Strongest aumenta considerablemente cuando juega de local. De hecho, hace 19 partidos que no pierde en el estadio “Hernando Siles” por Copa Libertadores. La última vez que perdió fue 1-2 con Atlético Mineiro, de Brasil, en 2013. Pasó hace tanto que ese año -para ponerlo en contexto- Atlético peleaba en mitad de tabla de la B Nacional.
La estadística jugando de local contra equipos argentinos es claramente favorable. Perdió el primer partido contra Boca en 1965 y desde ahí acumula siete triunfos y tres empates.
Lejos de la postura de Escobar, se encuentra Marvin Bejarano, que también será titular. Según el lateral, los equipos foráneos que visitan a The Strongest exageran con el tratamiento de la altitud. “Hay que preocuparse más por jugar que por la altura”, pide casi enojado. Claro, la mayoría de los jugadores del plantel paceño nacieron allí y por ahora solo les preocupa hablar del juego.
En ese aspecto, los bolivianos tienen bien considerado a Atlético. “Sale bien por las bandas, de contra y juega bien. Arriba puede ser muy peligrosos, pero hay que hacer pesar nuestra experiencia en la Copa”, destaca Escobar, que forma parte de un equipo que lleva siete participaciones consecutivas en la Libertadores. “‘Pulguita’ es un delantero movedizo y que siempre intenta filtrar la pelota. Hay que estar muy atentos a él”, avisa el volante Diego Wayar, que estudio bastante a su rival.
A la hora del partido, atrás quedará Santa Cruz, pero sus periodistas, los mismos que presenciaron la práctica en cancha de Blooming, no lanzan comentarios muy alentadores. “Cuando un equipo de Santa Cruz va a La Paz es ver por cuánto va a perder”, entregan el peor de los augurios.
El comentario suena a cualquier equipo español que visita o el Santiago Bernabéu o el Camp Nou. Jugar a perder por poco. Así de bien “considerado” está el favoritismo tanto para The Strongest como para Bolívar, en La Paz. Sin embargo, nada de eso pasa por la cabeza de los jugadores de Atlético. “Vamos a hacer un partido inteligente. Trataremos de economizar esfuerzos por momentos y en otros habrá que esforzarse porque hay que hacerle daño al rival”, advierte Andrés Lamas, que no quiere un 0-0 aburrido. “Es un hecho científico: hay menos oxígeno en el aire y cuesta más recuperarse, pero vamos a dar todo”, promete.
The Strongest es consciente de su poderío y del que tiene Atlético, que a su vez confía en hacer un buen partido, aunque respeta al “Tigre”. El equilibrio en los conceptos no debería significar un reparto de puntos, pero al menos en los pensamientos, y pese a la ventaja de la altitud y del invicto de local, el partido dialéctico está empatado.