ESTRENO Y DESPEDIDA

• A las 22.30 en Semillero (Bernabé Aráoz 181).

Cuatro historias; tres actores y una actriz; un nuevo lugar para el arte y un teatro under en crisis. Esas cuatro ideas podrían definir a “Bajo solos”, la particular obra que tendrá una única función esta noche.

Juliana González debuta como directora teatral con esta propuesta especial, que se enmarca en contextos poco habituales. Por un lado, es una sucesión de monólogos con caminos distintos al stand up surgidos luego de cinco ensayos; y, por el otro, en un ámbito nuevo, que está surgiendo para aportar una mirada fresca a la realización artística. Las actuaciones son de Salustiano Zavalía, Fernanda Barroso, Maxi Arístides Salas y Sergio Domínguez.

“El espacio es un sitio alternativo en el circuito off, que se llama Semillero y es no convencional, independiente y autogestionado, a partir de nuestra pasión por el arte además de nuestro bolsillo y nuestro tiempo. Hay un equipo interdisciplinario, con diseño, teatro y fotografía, entre otras cosas. Nos salimos de lo institucional, donde se diferencia la butaca del escenario para buscar lugares sumamente teatrales y maravillosos, con una poética y una estética especial”, explica la directora.

González identifica su impulso creador con “una maquinaria productiva que me lleva al hacer, que nunca cesó”. Eso la llevó a montar la obra de manera itinerante, con cada monólogo desarrollado en un lugar distinto de Semillero. “Es una forma de apropiarse de cada sitio de esa casa grande. Cada actor decidió trabajar con sus propias cuestiones en un formato exprés, que no insumió ensayos extensos por meses, sino que le permitió a cada uno encarar sus textos según sus herramientas y sus recursos dramáticos, para que nade a partir de lo que tiene, pero con una postura crítica sobre lo que se hace. La clave es tener en claro qué se quiere decir y cómo quiero hacerlo, desde qué parte del cuerpo, con qué formalidad y con cuáles características del personaje”, precisa.

Acerca de la idea de un teatro en crisis, la directora admite que surge de la misma necesidad de sostener Semillero: “está todo el tiempo tambaleándose, en un desequilibrio propio del que está comenzando a conocer la movida cultural tucumana; la situación económica también nos interpela como artistas, que nos lleva a debatir mucho, lo mismo que lo político y lo social”. “Como hacedores de cultura tenemos que fijar posición en torno de lo que está pasando”, sentencia.

Agrega además: “el actor y la actuación siempre están en crisis, lo que no quiere decir que hay desesperación creativa ni que no se sabe qué hacer”. “Es un momento para pensar qué nos pasa como teatristas y en qué marco se desarrolla la relación con el público, por ejemplo al definir el monto de una entrada”, destaca. Entre esos interrogantes aparece también el hecho de hacer una única función, como la propuesta para esta noche.