Los Tribunales provinciales incorporaron oficialmente un edificio nuevo en el ex Comando, donde funciona el fuero penal de la capital. La Corte Suprema de Justicia de Tucumán inauguró ayer la obra ubicada sobre la calle España 430: se trata de un corte de cinta que alivia al ámbito judicial más sensible, y que requirió cuatro años de desarrollo y la inversión de alrededor de $ 183 millones. En el ínterin hubo que sortear los inconvenientes propios de empezar un proyecto de medio plazo en un tipo de país, el que había en 2014, y de terminarlo en otro, el de este 2018. Daniel Posse, presidente del alto tribunal, destacó el esfuerzo y el empeño de todos los implicados en la materialización de este anhelo. “Si lo vemos en perspectiva, cada ladrillo contribuye a terminar la obra”, reflexionó.

Los vestíbulos relucientes son importantes, pero lo central es qué harán los seres humanos que los transiten en pos de una comunidad más justa y pacificada: el arzobispo Carlos Sánchez dejó este mensaje al momento de dar la bendición. “Invocamos al Señor para bendecir el edificio, pero, sobre todo, a las personas que dan y piden justicia. Que aquí se haga una justicia desde la verdad y la caridad, y que así la experimentemos”, dijo el pastor, que durante la ceremonia optó por quedarse de pie a un costado. En un sector de la primera fila se ubicaron Posse y sus pares de la Corte: Antonio Gandur, Antonio Estofán y Claudia Sbdar (faltó el vocal decano René Goane). En el otro se sentaron el vicegobernador Osvaldo Jaldo; el presidente subrogante de la Legislatura, Fernando Juri; el vicepresidente primero de esa institución, Antonio Ruiz Olivares; el ministro público fiscal, Edmundo Jiménez, y los ministros del Poder Ejecutivo, Claudio Maley y Regino Amado. También estuvieron presentes el fiscal de Estado, Daniel Leiva, y el ministro de Desarrollo Social, Gabriel Yedlin; Marcelo Vidal, vocal del Tribunal de Cuentas; jueces, camaristas, fiscales y empleados judiciales.

El edificio estrenado albergará, entre otras dependencias, las cámaras penales, las salas de juicio oral, la cámara gesell, la guardia policial, el gabinete psicológico y la mesa de entradas. Ana Laura Fromm, interventora de la Dirección Técnica Ejecutiva de la Corte, explicó que la construcción había cumplido con la licitación y los demás requisitos de la Ley de Obras Públicas. El resultado es un bloque de base rectangular, con una superficie aproximada de 10.000 metros cuadrados conformado por dos subsuelos y seis plantas. El edificio dispone de tres circulaciones diferenciadas e independientes: una para magistrados y funcionarios; otra para las partes, abogados y ciudadanos en general, y una tercera para detenidos. Este triple recorrido observa los requerimientos de funcionamiento del fuero penal y el esquema de seguridad. El primer subsuelo presenta 64 celdas con acceso independiente, aire acondicionado y ventilación, que proporcionará un tratamiento adecuado y humanitario a los detenidos.

Fromm destacó que en la fachada de acceso se destaca el pórtico como elemento arquitectónico de relevante significación. Y detalló que esta pieza de hormigón armado visto evidencia la monumentalidad propia de los edificios públicos, con una carpintería de vidrio al fondo. La obra fue proyectada y ejecutada conjugando nuevas tecnologías y materiales, y respetando el lenguaje y los valores patrimoniales del ex Comando, la construcción original. “Representa con dignidad y jerarquía los altos valores y aspiraciones de la justicia”, resumió Fromm.