Los vuelos civiles tienen su propia regulación, en la que se establece una serie de requisitos ineludibles que debe cumplir todo piloto antes de emprender vuelo, tendientes a garantizar su propia seguridad y la de los pasajeros, y de brindar la mayor información posible a los fines su localización en casos de emergencia.
Medidas previas
Antes de iniciar un vuelo, el piloto al mando de la aeronave deberá familiarizarse con la información del vuelo. Esos datos pueden obtenerse en las oficinas ARO/AIS de los aeródromos, donde se deberá presentar el plan de vuelo hasta 30 minutos antes del despegue. En él se deberá detallar cuestiones como el modelo de la aeronave y su autonomía, el punto de partida y el de llegada, así como el tiempo previsto, la ruta que se va a emplear, la altitud, la cantidad de pasajeros y el equipamiento disponible.
Trasladarán los restos de la avioneta para analizarlos
Las medidas previas incluirán entre otras cuestiones: el estudio minucioso de los informes y pronósticos meteorológicos; información sobre obstáculos naturales y no naturales comprendidos en el itinerario; el trazado sobre la cartografía pertinente de la ruta proyectada de vuelo; el cálculo de combustible necesario y la preparación del plan a seguir en caso de no poder completarse el vuelo tal como se ha proyectado.
De acuerdo con las reglamentaciones vigentes, no se iniciará ningún vuelo hasta que se haya comprobado que:
• La aeronave reúne condiciones de aeronavegabilidad.
• Los instrumentos y equipos disponibles a bordo de la aeronave son suficientes para el tipo de operación que vaya a efectuarse.
• El peso de la aeronave es tal que pueda despegar y efectuar el vuelo en forma segura, teniendo en cuenta las longitudes disponibles de pista y condiciones de vuelo previstas.
• La carga transportada esté distribuida y sujeta de tal manera que la aeronave pueda efectuar el vuelo con seguridad.
• Se ha cumplido con las medidas pertinentes y presentado a la autoridad aeronáutica competente del aeródromo el plan de vuelo firmado por el piloto.
Un baquiano constató que la visibilidad era reducida al momento de la tragedia aérea
En el aire
Una vez efectuado el despegue, el piloto debe notificarlo a la torre de control que corresponda de acuerdo al espacio aéreo que esté transitando. Desde allí le transmitirán la información respectiva al plan de vuelo.
La aeronave emite una señal que es captada por el radar de la torre de control, en base a la cual se puede conocer su posición, velocidad y altitud. Sin embargo, para que haya contacto entre el avión y la torre, no debe mediar ningún obstáculo. Por ende, en lugares de orografía montañosa como Tucumán, es frecuente que por momentos se pierda contacto cuando la aeronave vuela a baja altitud.
Los restos de los fallecidos en la tragedia aérea fueron entregados a sus familiares
Para esos casos, la torre establece una determinada ubicación de la ruta en la que el piloto debería volver a comunicarse. Si no lo hace, el controlador lo llamará por radio.
En caso de no se atienda la llamada, pasados 30 minutos comenzará lo que se denomina “período de alerta”, en el que se intentará hacer contacto con el piloto por cualquier medio.
Pasados 30 minutos sin contacto ni confirmación del estado o la ubicación de la aeronave, comienza el período de búsqueda y salvamento. Se activan los servicios de seguridad y salen los equipos de emergencia a buscar el avión.