BUENOS AIRES.- El tira y afloje al que somete Boca al título de la Superliga, es extraño. Por momentos parece que ya fue campeón hace rato y el resto juega por nada. Después aparece Talleres, con la posibilidad de quedar a tres de la cima y le disputa mano a mano el liderazgo. ¿Nada definido? Boca gana, lo deja fuera de camino y ahí sí: todo definido. ¿No? No. San Lorenzo gana un partido pendiente entre semana, Boca pierde ante Defensa y Justicia un partido como el de ayer y le da la chance de quedar a cinco puntos, si gana hoy.
Todo un laberinto de posibilidades que parecen terminar siempre con Boca campeón pero partidos como el de ayer, dan una salida distinta. Sobre todo porque el equipo de Guillermo Barros Schelotto mostró su peor cara: en defensa cometiendo errores gravísimos y en ataque, fallando goles que le habrían dado su tercera victoria consecutiva en casa.
El local comenzó perdiendo desde el vestuario con un gol de Fernando Márquez, la figura del partido. Logró empatarlo con un extraño gol que tuvo doble autor: entre Dylan Gissi, en contra y Walter Bou.
En el complemento, durante el mejor momento de Boca, cuando fallaba chances claras para el 2-1, Lisandro Magallán volvió a fallar (junto a Paolo Goltz jugaron un partido para el olvido) y le entregó en bandeja el segundo gol al “Cuqui”, que definió mano a mano.
Boca perdió y los interrogantes se volvieron a abrir. Sobre todo si el “Ciclón” derrota a Godoy Cruz, hoy por la mañana. Si así sucede, el tira y afloje, continuará. (Especial)