Líderes del peronismo y la izquierda, dirigentes sindicales y miles de militantes sociales protestaron hoy frente a la embajada de Brasil en el centro de Buenos Aires en solidaridad con el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y en repudio a la orden de detención que emitió en su contra el juez Sérgio Moro para iniciar su condena de cárcel por corrupción.
Líderes políticos del kirchnerismo como el ex canciller Jorge Taiana, Carlos Tomada y Martín Sabbatella, y de la izquierda como la diputada Victoria Donda y la legisladora porteña Myriam Bregman; junto con dirigentes sindicales como Hugo Yasky, Pablo Moyano, Pablo Micheli, y movimientos sociales como la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y Barrios de Pie, entre otros, encabezaron la protesta.
La CTA que lidera Micheli consideró que el fallo del juez Moro "se enmarca en la estrategia de la derecha golpista brasileña, pero que se replica también en todo el continente". Además, consideró que "utilizan poderes del Estado para imponer un modelo neoliberal y proscribir a los que lo resisten".
La bancada de diputados del Frente para la Victoria y el PJ también adhirieron a la manifestación en el barrio porteño de Retiro y advirtieron que "el plan de la derecha es que no haya más líderes populares que gobiernen para el pueblo". Este apoyo se sumó a la enorme columna que aportó en el acto la agrupación política La Campora, informó Télam.
Ayer, el consejo directivo de la CGT había repudiado en un comunicado la decisión judicial de detener al ex presidente y favorito en todas las encuestas para las próximas elecciones presidenciales del 7 de octubre en Brasil.
"La decisión judicial de proscribir como candidato a presidente a Lula es una vulneración del derecho a la libertad hasta que no exista sentencia definitiva", afirmó el texto.
La CGT calificó a la situación actual en el país vecino como "un verdadero golpe institucional".
El juez Moro le había dado plazo a Lula para entregarse a la Policía Federal de Curitiba hasta las 17 de hoy, pero el ex mandatario decidió no hacerlo. Lula permaneció en la sede del Sindicato de Metalúrgicos de Sao Bernardo, en las afueras de San Pablo, donde pasó la noche de ayer y donde posiblemente se quede esta noche, acompañado por miles de simpatizantes, correligionarios y aliados de izquierda.