A partir del próximo martes, según anunció el vicegobernador, Osvaldo Jaldo, quedará habilitado el Boleto Estudiantil Gratuito (BEG), que será costeado con parte de los “ahorros” del Poder Legislativo y beneficiará a unos 30.000 alumnos del interior que asistan a los niveles inicial, primario o secundario de escuelas públicas y parroquiales.
Si bien los legisladores celebraron la medida oficial, consideraron que la cobertura debe ser ampliada a los estudiantes de carreras universitarias y terciarias que residan fuera de San Miguel de Tucumán. Así lo manifestaron oficialistas y opositores a través de diversos proyectos presentados ante Mesa de Entradas de la Legislatura.
La próxima semana será el debut del BEG a nivel provincial. Su implementación demandará unos $35 millones de los “ahorros” del Poder Legislativo, generados gracias a la Ley de Excedentes Financieros. Fue anunciado dos días después de que LA GACETA revelara que el cuerpo colegiado había acumulado unos $240 millones en sus reservas de uso discrecional.
Los representantes del pueblo tomaron nota de que el Boleto Estudiantil para el interior no incluye a los universitarios y terciarios. “La realidad social actual plantea como un desafío muchas veces insuperable para los jóvenes del interior los gastos que representan la movilidad hacia los lugares de estudio, que puede ubicarse a grandes distancias de sus hogares. Procurar los medios necesarios para la superación de esta dificultad representa un compromiso”, fundamentaron Roque Cativa, Ramón Santiago Cano y Nancy Bulacio (bloque Tucumán Crece-PJ) en la iniciativa más reciente al respecto, elevada el lunes pasado.
La famaillense Sandra Mendoza de Orellana (Tucumán Crece-PJ) instó a incorporar al BEG también a los alumnos “de instituciones privadas cuya currícula educativa no se encuentra incorporada en las universidades públicas”. “La alta deserción en el nivel de estudios universitario y las dificultades para poder acceder y sostener un estudio en el nivel superior deja un gran saldo de jóvenes mayores que no estudian ni tampoco encuentran un trabajo”, planteó en un proyecto formulado la semana pasada.
Guillermo Gassenbauer (Tucumán Crece-PJ) presentó una iniciativa similar, en la que manifestó que el boleto gratuito debería alcanzar “todos los niveles educativos”. “(Esto) se enmarca en la imperiosa necesidad social, surgida de las actuales condiciones socioeconómicas por las que atraviesa nuestro país”, indicó el ex vicepresidente de la Cámara.
“Grupos vulnerables”
Representantes de la oposición ya habían instado a cubrir los pasajes para universitarios y terciarios. En diciembre, Alberto Colombres Garmendia (PRO-Cambiemos) había propuesto un régimen especial para alumnos inscriptos en el plan “ProgresAr”. “Con la instauración del Programa Nacional de Respaldo a Estudiantes Argentinos se ha logrado avanzar en la inclusión social de los grupos más vulnerables. Sin embargo, no se ha logrado cumplimentar los objetivos educativos en su totalidad por cuanto no se pudo garantizar la constancia y permanencia de los beneficiarios del programa de larga distancia, ya que éstos enfrentan la problemática del medio de transporte”, advirtió el macrista.
En octubre, radicales afines a Cambiemos se mostraron a favor de un boleto estudiantil universal. “(Esto) permitirá disminuir considerablemente el ausentismo, el abandono prematuro del sistema educativo, el analfabetismo y la discontinuidad educativa al finalizar el secundario”, señalaron José Canelada, Adela Estofán, Luis González, Rubén Chebaia y Eudoro Aráoz.
La idea del BEG no es nueva. En marzo de 2016, el ex bussista Claudio Viña (Nueva Fuerza) se había manifestado a favor de un régimen amplio. “En el caso de alumnos de ciclo superior, terciario o universitario, resulta de gran importancia generar una herramienta que garantice igualdad de derechos”, indicó.
También en esa fecha, Alfredo Toscano (PJS), Christian Rodríguez y Silvio Bellomío (Peronismo de Bicentenario) y Stella Maris Córdoba (Proyecto Popular) habían formalizado una propuesta con objetivos similares. “La educación es una prioridad nacional”, fundamentaron.
Así, la idea de cubrir el boleto universitario parece tener consenso entre los legisladores, que están a la espera de lo que decida la conducción de la Cámara.