Los conjuntos folclóricos

La televisión pública dedicó los meses de enero y febrero a la difusión nacional de los festivales folclóricos que se organizaron en casi todas las provincias. La motivación se buscó en alguna actividad representativa de cada lugar. Y si no había nada notable, se aguzó el ingenio promocionando curiosos nombres, tales como: festival de los valles, festival de la guitarra, festival del vino, de los cerros, del bombo, de la doma, etcétera. El tema era brindar la ocasión para difundir las bellezas de cada zona y, por supuesto, promocionar nuevos valores locales. Intención muy loable. Sin embargo, se observó que existe un gran desconcierto, llamémosle confusión, respecto del adecuado atuendo del intérprete para ayudar al espectador a gozar visualmente de un cuadro artístico agradable y fiel a las costumbres originales de nuestro folclore. Salvo consagrados tales como el Chaqueño Palavecino, Los Manseros Santiagueños y varios conjuntos salteños, el resto no pareció dar importancia al intrínsico respeto al costoso escenario y su público, presentándose con ropa totalmente informal: en camiseta, chomba y zapatillas, barbudos, despeinados, con ropas coloridas sin razón estética o totalmente negras, más allá de que parecía que se juntaron después del trabajo para subir directo al escenario. Permítame criticar estos detalles, porque como argentino pienso que deberían ponerse de acuerdo para representar decentemente el sentimiento nacional con la hidalguía y orgullo que nos legaron nuestros sufridos antecesores. Esto lo hacen todos los países dl mundo. ¿Por qué no nosotros?

Darío Albornoz


lisdaralbornoz@gmail.com


Lules no es “Sin City”

Me extrañaron las expresiones del lector José Ariel Ramos (carta”Lules inseguro”, 24/3). Me dio la sensación de vivir en la “Sin City” de Frank Miller, Quentin Tarantino y Robert Rodríguez, y no en la ciudad que recorro a diario. José Ariel Ramos habla de un Lules violento, con hechos delictivos de suma gravedad, un lugar donde la gente vive angustiada, pidiendo soluciones a la Municipalidad y a la Provincia por la acuciante inseguridad. Además hace alusión de un ejército de 3.000 vagos mantenidos por el intendente. Después de exponer la visión fantástica del lector Ramos, casi rayana a lo apocalíptico, es mi deber reconocer la existencia de hechos de inseguridad que fueron publicados por LA GACETA; en cada hecho el matutino mostró los casos resueltos. Debo resaltar el trabajo de la Policía Municipal, que patrulla la ciudad las 24 horas, aunque el lector Ramos no lo quiera reconocer. En el único punto que coincido con él es en la compra de armas de carácter disuasivo para uso de los agentes municipales, tema que me parece peligroso para el propio empleado municipal, si el delincuente confunde el elemento con un arma de verdad. Para terminar, aconsejaría al lector Ramos que, para la próxima carta, se saque la camiseta política y se ponga la remera de los luleños que ponen el hombro para el crecimiento de nuestra ciudad.

Lucía del Carmen Fernández

Luciaidola27@gmail.com


Trenes en Tucumán

El reportaje a Marcelo Orfila, presidente de Trenes Argentinos Operaciones Operadora del Estado de Trenes de Pasajeros, encendió en la mente de los tucumanos una fuerte luz de esperanza, que nos hace pensar que la intención política a nivel nacional es la de devolvernos la circulación de los trenes de pasajeros. Lo que anunció el señor Orfila es la recuperación del tramo Tucuman/Concepción. Puntualizó que la política de Macri y Dietrich es que en el interior los treness lleguen con más servicios a los distintos pueblos donde pasan los convoyes, señalando un programa de inversiones en distintas fuentes (estaciones, vías, material rodante, tractivo, etcétera) de U$S 14.000 millones. La federalización de la circulación de los trenes de pasajeros y de cargas, es una fuerte señal política del Presidente y del ministro de Transporte que nuestros representantes tucumanos, tanto de la oposición como -fundamentalmente- del oficialismo deben tener en cuenta, y hasta diría una obligación moral de pedir a la Nación la circulación de los trenes locales, suburbanos e interprovinciales, como también los trenes de carga. Esta reactivación del ferrocarril permitiría un mayor crecimiento económico para Tucumán, al obtener un transporte barato, rápido, seguro y limpio. Con la circulación de los trenes de pasajeros obtendríamos una descongestión del tráfico automotor. En estas operaciones es de vital importancia implementar en los talleres ferroviarios de Tafí Viejo la atención de los elementos de los trenes de pasajeros, habilitando nuevas naves con personal especializado. Después de estas afortunadas declaraciones, los tucumanos esperamos ver a la brevedad los anuncios de nuestros representantes al respecto.

Héctor Francisco Márquez

ferroviario33@gmail.com


Debate sobre el aborto

Si van a despenalizar el aborto, por lógica hay que abolir todo el sistema penal; pues si quitarle la vida a una persona inocente e indefensa no va ser un delito, entonces ya nada puede ser delito.

Natalia Inés Armesto


natiarmesto360@gmil.com


Ingenio Lastenia

Con relación a las intervenciones en esta sección del lector Justino Terán, cuyos conceptos sobre la necesidad de poner en valor el patrimonio industrial y cultural de Tucumán comparto ampliamente, una aclaración. El ingenio que Máximo Etchecopar bautizó “Lastenia” fue fundado hacia 1834 por Juan de Dios y Baltazar Aguirre, aunque este último también producía azúcar y aguardiente en un establecimiento situado en “El Alto”, lo que hoy llamamos “Floresta”. En 1841, en ocasión de la invasión de Oribe a la provincia y la derrota de la “Coalición del Norte”, ambos ingenios fueron incautados. De los inventarios que se levantaron en la ocasión se desprende que el ingenio de “La Banda” (posteriormente “Lastenia”) tenía un trapiche de hierro y otros equipos que lo hacían el más avanzado tecnológicamente de la época, lo que confirma otro inventario de 1843. Con Baltazar Aguirre en el exilio, la propiedad entró en sucesión y fue adquirida por Etchecopar a fines de la década. Al regresar Aguirre al país, se propuso modernizar radicalmente el ingenio de Floresta con maquinaria inglesa, para lo que se asoció con el general Urquiza. Pero esa es otra historia. Agradezco a Justino Terán su intervención, pues demuestra que el proyecto llevado adelante en el ex ingenio Lastenia por investigadores y becarios del Conicet y la UNT, con la participación de la comunidad local y con el auspicio de la Fundación El Ingenio de las Artes, el gobierno de la Provincia y la administración municipal, expresa un anhelo de muchos tucumanos.

Daniel Campi


daniel_campi@yahoo.com.ar


Semilla de futbolistas

Leyendo en LG Deportiva (20/3) la nota “Salomón disfruta su presente en Boca”, mi memoria me trasladó a la pasión futbolera juvenil de los años 50 y 60, en el barrio Benjamín Matienzo, ex Aeropuerto, donde viví todas las etapas de mi vida. Hacia el este de la enripiada avenida Brígido Terán, un gran predio semi rural que era ocupado por el campo de aviación y el área agrícola ganadera de los curas azules, fructíferos potreros de futbolistas; también la cancha del Club Central Norte, en los años 30, se ubicaba al 600 de esa avenida, muy próxima a la estación Central Norte y sus talleres (El Bajo). Hacia el oeste hasta avenida Sáenz Peña se ubicaba el sector urbano. En la esquina de Julio Prebisch y Brígido Terán, en una vivienda típica de barrio, con almacén y heladería, vivía don Camilo Salomón. Don Camilo promovió el fútbol en el barrio favorecido por las canchitas abiertas en la citada avenida y por las canchas del colegio San Cayetano y club Gath y Chávez; fundó el equipo juvenil Deportivo Chingolo donde los chicos del barrio y por supuesto su hijo Oscar Camilo, futuro defensor de Central Norte y San Martin, dábamos rienda suelta a nuestras inquietudes; también colaboró en la formación juvenil del club Central Norte, ganador del campeonato organizado en el Solar de los Deportes San Martín en los años 60; además fue dirigente del club Ferrocarriles del Estado que participaba en el ascenso de la Federación Tucumana de Fútbol e hizo posible la incorporación de numerosos futbolistas a la institución nórdica para la que trabajaba como un hincha más. Pero lo más colorido ocurría en su casa y en la vereda, los domingos a la noche, cuando dirigentes, jugadores y vecinos “cuervos” celebraban los triunfos importantes. La pasión por el fútbol de este hombre de barrio se prolongó en su hijo Chingolo, en su nieto Fabián, ex jugador de San Martín, y en su bisnieto Oscar, actual juvenil de Boca Juniors. Hoy esos grandes espacios y potreros fueron ocupados por barrios, supermercados, escuelas y cemento, cambiando totalmente la convivencia deportiva de aquellos años. No podemos omitir algunos nombres que vistieron la camisa negra como Velázquez, Chato Valdez, Nino Liberto, Zumaeta, Melchor Diez, José Zurita, Barabani, González y otros que supieron transitar nuestro barrio.

Ricardo Antonio Brunetti


Julio Prebisch 134


San Miguel de Tucumán


Escuela Sarmiento

Un 31 de marzo de 1904 se abrieron las puertas en Tucumán, ofreciendo tus proyectos e inquietudes para educar al soberano. Por difíciles momentos transitaron tus 114 años de vida y allí estás firme y segura en tus tradicionales aulas del viejo convento (del que el doctor Páez de la Torre (h) dijo: “con sus muros cargados de historia”) y así, como la potente luz de un faro, sigues guiando el camino de tantas generaciones egresadas que, desde aquellos tiempos, dejaron su excelencia sarmientina en las distintas áreas del saber. Hoy el vibrante sonido de la campana animará las voces de una escuela mixta, así como lo fue en tu nacimiento en 1904 y al unísono, junto a generaciones pasadas te dirán: “¡Que los cumplas feliz, querida Vocacional! ¡Y por otros 100 años de educación en libertad!”

Blanca E. Cobo


Avenida Soldati 574


San Miguel de Tucumán