MADRID.- El 6-1 a manos de España ya forma parte de la historia negra de la Selección. Si bien es cierto que se trató de un amistoso, la endeblez que mostró el equipo argentino a menos de tres meses de que comience el Mundial de Rusia encendió todas las alarmas y confirmó que, sin Lionel Messi en la cancha, todo es mucho más difícil.
El propio Jorge Sampaoli aceptó en la previa del encuentro que todo gira alrededor del crack de Barcelona. “Argentina es más el equipo de Messi que el mío”, se había sincerado el DT, cuya imagen se desmorona cada vez más. La Selección luce como un equipo a medio construir, que depende demasiado de sus principales figuras, en especial de su as de espadas.
Y es que las estadísticas de Argentina sin Messi son brutales. De las últimas cinco derrotas, cuatro ocurrieron sin él. La Selección apenas pudo ganar cuatro de los últimos 13 encuentros sin su figura; es decir, menos del 30%. Si el líder no está en la cancha, Argentina bien puede recibir cuatro goles de Nigeria. O seis de España.
Si bien excedió los límites de lo esperable, lo que sucedió ayer tiene cierta lógica: se enfrentaron dos seleccionados con actualidades muy distintas. Por un lado, uno que todavía no sabe a qué juega y cuya defensa no transmite seguridad; por el otro, un equipo más trabajado, con un sistema de juego aceitado y un punto de equilibrio entre experimentados como Gerard Piqué y Andrés Iniesta (campeones en 2010), y talentos fulgurantes como Isco y Marco Asensio.
Cabe aclarar que sí, que Argentina tuvo protagonismo durante el primer tiempo, y quién sabe cuánto hubiera golpeado a España si Gonzalo Higuaín -que sigue generando memes- no desperdiciaba esa clara oportunidad frente al arco tras el centro de Maximiliano Meza. La clave estuvo en que la España de Lopetegui supo adaptarse a la situación: con la defensa argentina casi en el centro del campo, entendió que atacar con velocidad y pelotazos le daba mayores garantías de nocaut que el juego de posesión.
Todo parece indicar que, con Messi, Argentina lo tendrá difícil en Rusia. Sin él, lo tendrá imposible. (Especial)