“Usted quiere que me lleven presa, no tengo ni abogado. Yo vengo con la verdad, porque él, ’Jazo’, casi lo ha muerto a mi hijo en mis ojos (sic)”. La mañana ya había quedado atrás, cuando Anabel Otárola levantó la voz para responder las acusaciones del abogado defensor Manuel Pedernera, quien le había atribuido la culpa de falso testimonio y había solicitado su detención ante los integrantes de la Sala VI. “Si alguna vez me he equivocado, fue por los nervios y porque vine enferma. Dígale a él que me diga en la cara qué pasó ese día. Que hable. No lo odio a él ni a nadie”, arremetió la mujer en medio de la sala.
Otárola declaró ayer como testigo en el inicio del juicio oral contra Jorge Javier “Jazo” Acevedo por tentativa de homicidio. Es la madre de Nelson Ezequiel Juárez, la víctima que recibió dos disparos de arma de fuego el 19 de noviembre de 2013 en el barrio conocido como “El Sifón”. En ese tiempo, Juárez tenía 14 años.
“Quiero que se haga Justicia”, dijo Otárola al responder la consulta de la presidenta del tribunal, Stella Maris Arce, sobre si tenía algún interés en la resolución de este proceso. Desde el inicio, la testigo identificó a “Jazo” Acevedo como probable autor del ataque a tiros contra su hijo, ocurrido alrededor de las 17.30, según lo dicho. Frente al estrado, la mujer dio datos, inclusive, de cómo fue vestido el acusado: una remera y una bermuda.
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“Limpiaba la casa. Entonces, vi un auto azul que estaba en la puerta. Salí a la vereda y era él (por Acevedo). Le dije qué buscaba en la casa, porque no había nadie y mi marido estaba detenido, con quien ellos tienen problema. Me dijo que buscaba a mi hijo, y le respondí que no estaba”, contó Otárola.
“Cuando le estaba diciendo que se vaya, llegó mi hijo en la moto con mi otro hijo, que tenía cinco años. En ese momento, mi hijo (Nelson) le dijo que se vaya de la casa (a ‘Jazo’) y comenzaron a discutir. Ahí, metió la mano en la puerta del auto que estaba entreabierta, sacó un arma y le disparó en el pecho y en la pierna. Mi hijo cayó, pero luego agarró la moto y se fue”, relató.
Juárez, de 20 años, arribó a la sala esposado y escoltado por un policía. Está detenido hace un año y dos meses, tras ser declarado culpable de un homicidio. El joven se presentó como testigo-víctima ante los vocales Arce, Marta Cavallotti y María Molina -quien reemplaza a Alicia Freidenberg, de licencia-. Habló antes que su madre y también señaló al imputado, miembro de la barra brava de Atlético, como la persona que le disparó con un arma. Además, coincidió con su madre en que “Jazo” tenía puesta una remera y una bermuda.
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Las contradicciones
Pedernera, defensor de Acevedo, cuestionó algunos pasajes de ambas declaraciones y acusó a los testigos de posible falso testimonio. “Han sido notorias las omisiones casi intencionadas; las equivocaciones muy marcadas entre las declaraciones prestadas bajo juramento de ley (Instrucción) y las contradicciones vertidas hoy (…) Está demostrado que hay una manifiesta intencionalidad de perjudicar a Jorge Acevedo. No se lo puede juzgar por sus antecedentes, sino por las pruebas que hay en este proceso”, manifestó. El Tribunal resolvería al finalizar el juicio los planteos realizados por la defensa.
“Jazo” rompió en llanto al escuchar su condena
Los testigos ratificaron que Acevedo habría sido el atacante. Según el expediente, aquella tarde, Juárez, a días de cumplir 15 años, regresó a la casa sobre calle San Miguel y encontró a su madre en la puerta discutiendo con “Jazo”. Sin embargo, algunas partes de su relato fue contrario a lo que había informado en el expediente. Fueron datos “complementarios”, sobre la identificación de una tercera persona que apareció en una moto y disparó a Juárez, mientras este último escapaba herido en su rodado hacia el hospital Obarrio. O si la víctima viajó luego del hecho a Buenos Aires: un testigo dijo sí y otro, no.
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“Han pasado casi cinco años desde el hecho. El testigo-víctima tenía en ese momento 14 años. Uno de los proyectiles impactó en su pierna (izquierda) y el otro ingresó en el tórax y cruzó sus dos pulmones. Hasta el día de hoy no se puede sustraer la bala, debido a que puede correr peligro su vida. Tenemos que ponernos en esas situaciones e imaginarnos así, con 14 años y madre (…) Cómo podemos pedir a un chico de 14 años que relate con lujo de detalles todo lo que sucedió”, opinó Carlos Saltor, quien quitó incidencia a las contradicciones, al considerarlas “circunstancias accesorias”.
Jorge Acevedo, a primera hora de la jornada, se abstuvo de declarar ante el Tribunal. Aunque en la etapa previa había negado la acusación, al fundamentar que ese día había estado con una chica en El Cadillal.
Hoy se realizará una nueva audiencia, a partir de las 9, y está prevista la presencia de una testigo que faltó el primer día.