Los planetas del universo fútbol rara vez se alinean en favor del sufrido San Martín. Por el contrario, casi siempre debe escalar el camino más sinuoso, más empinado y más empedrado. Para colmo de males, cuando finalmente sucede, cuando por fin pierden los equipos que debían perder, cuando una vez se le da, el “Santo” deja pasar la oportunidad. Y lo hizo ante un estadio que explotaba de hinchas, más colorido que nunca.

Tres fechas atrás, cuando a San Martín le tocó quedar libre, recibió un guiño de la buena fortuna, porque la vanguardia casi no sumó puntos. De hecho, en las últimas cinco jornadas, el líder, Atlético Rafaela colectó cuatro empates y una derrota. Algo similar le pasó a Aldosivi, uno de los escoltas, que cayó en sus últimas dos presentaciones. De los últimos 15 puntos jugados, Agropecuario, otro que integra el pelotón de los de arriba, sacó ocho puntos -esta noche visita a Santamarina, que pelea panza arriba por la permanencia-.

Sin embargo, el “Santo” prácticamente no descontó puntos desde que quedó libre. De los últimos seis se quedó con dos. Y aunque el empate ante Almagro acaso pueda ser visto con ojos benévolos, la igualdad de ayer, en la Ciudadela, alargó algunas cara de los “Cirujas”. En general, los consultados por LG Deportiva no arremetieron contra el equipo en su conjunto. Más bien lamentaron la falta de peso ofensivo, la falta de gol. No era para menos: el “Santo” desperdició unas cinco opciones claras para quebrar el cero, lo que habría significado quedarse con los tres puntos.

“Pasó lo de siempre. Seguimos desaprovechando las oportunidades. Se nos dan todos los resultados, menos el nuestro”, lamentó Miguel Soraire, al término del encuentro. A su criterio, San Martín jugó bien. “Hasta tres cuartos de cancha dominó el juego. Pero se notó la ausencia del ‘9’. Falta la puntada final; y es lo que venimos sufriendo hace varios campeonatos”, expresó, con seriedad.

Soledad Flores también renegó por los goles que no fueron. “Justo el partido que había que ganar. Si lo hacíamos, empezábamos a discutir el ascenso directo y no la liguilla. Pero la pelota no quiso entrar, o los jugadores no supieron mandarla adentro”, protestó. Ella tampoco consideró que el equipo haya jugado mal: “pero de nada sirve que superés al rival en casi toda la cancha si no vas a marcar esa diferencia en el resultado”.

Tranquilidad. Eso le faltó al equipo -y, muy especialmente, a los jugadores ofensivos- a criterio de Victorino Catalán. “De los goles que se han errado, uno o dos por lo menos deberían haber entrado si no hubiesen estado tan ansiosos. O juegan muy acelerados, o les falta puntería de los atacantes”, sintetizó este plateísta.

El goleador del “Santo”, Claudio Bieler, no jugó ayer debido a que había acumulado cinco tarjetas amarillas. La sequía ofensiva que ayer mostró el equipo hizo que se lo extrañe aun más de lo normal. “Todos jugaron para San Martín, menos nosotros. Esta era la fecha para quedar arriba. Tenemos buen equipo, jugamos bien; pero nos faltó un ‘9’ de área, que sepa empujar la pelota. Faltó puntería, faltó Bieler”, señaló Fabián Paredes.

LA GACETA / FOTO DE INÉS QUINTEROS ORIO
LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI
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