BUENOS AIRES.- Luego de la crisis que generó la desaparición del submarino ARA San Juan, el Gobierno nacional implementará una reforma estructural en Defensa con el objetivo de combatir el narcotráfico y el terrorismo. Para ello, partirá del cambio de concepción del enemigo: ya no se espera el ataque de un Estado extranjero, sino de amenazas “híbridas”. Además, buscará una mayor unidad entre las tres ramas de las Fuerzas Armadas, otorgándole más atributos al Estado Mayor Conjunto.

Según consignó el diario Clarín, el Gobierno no cambiaría la ley nacional sobre Seguridad Interior, sino que ejecutará la reforma mediante decretos parciales o resoluciones específicas del presidente Mauricio Macri y del ministro del área, Oscar Aguad. La posibilidad de enfrentar una “guerra híbrida” referida hace alusión al combate contra un adversario adaptativo, es decir, aquel que entrelaza el empleo de armas y tácticas convencionales con las nuevas e irregulares: terrorismo y actitudes delictivas para alcanzar sus objetivos. De esta forma, el foco estará puesto en el crimen organizado por aire, tierra, agua y el ciberespacio.

De acuerdo a lo publicado por el matutino porteño, uno de los giros importantes que se harán dentro del marco legal existente es que los militares pasarán a ser custodios de zonas políticas y económicas estratégicas, como ser las represas hidroeléctricas y las centrales nucleares. Las áreas de operaciones llegan al Atlántico y a la Antártida, blancos de posibles actividades ilegales. Asimismo, el factor tecnológico será esencial en el proceso de transformación que pretende el Gobierno. Las fuerzas deberán incorporar paulatinamente sistemas no convencionales basados en las nuevas tecnologías: robótica, nanotecnología, sistemas aéreos no tripulados, misiles inteligentes y posicionamiento satelital. Con respecto a la educación militar, desde el Ministerio señalaron que el factor del entrenamiento físico ya no será el central, sino que el foco se trasladará hacia las nuevas especializaciones a ingenieros y técnicos en sistema.

En la cartera de Defensa esperan para 2019 un aumento presupuestario que vaya del 0,85% actual a al menos el 1% del Producto Interno Bruto (PBI). Si bien el 85% del dinero administrado por el Ministerio es dirigido a los salarios, se estima que los aumentos se destinarán a mejoras en el equipamiento. Por ello, habría cambios en el personal del área. Recientemente, el Gobierno compró a Francia cinco Super Etendar, aviones de combate que junto a los A-4AR formará parte de la flota que custodiará la cumbre del G-20 de este año en Buenos Aires. (Especial)