Los bautizaron como los “rompevidrios” y desde hace varios días que generan alarmas en las principales avenidas, aunque pareciera que la Mate de Luna es su terreno favorito. Normalmente son dos los jóvenes que se movilizan en moto y observan detenidamente a los automovilistas. Si descubren que llevan algo que esté a su alcance, rompen el vidrio de la ventanilla, y lo extraen. Luego huyen a toda velocidad.
“Es una nueva modalidad que se instaló en los últimos días”, reconoció Walter Álvarez, jefe de la Unidad Regional Capital. El comisario aseguró que los ladrones recorren las filas de autos observando en cual hay un bolso, una cartera o una mochila en el asiento del acompañante. “Es peor cuando los vidrios son translucidos, porque desde afuera se ve claramente si hay algo de valor. Además, son más fáciles de romper que los laminados”, manifestó.
Álvarez dijo a LA GACETA que la mayoría de los atracos se produjeron en los cruces de dos avenidas y que, as raíz de eso, desde la fuerza están evaluando duplicar la presencia policial tanto en avenidas, como en calles con semáforos que no estén sincronizados. “Al no haber onda verde muchas veces quedan aislados algunos autos hasta que el semáforo cambie y eso incrementa el riesgo”, explicó.
Lluvia de casos
La mayoría de las víctimas aseguró que los robos se perpetraron en los cruces de avenidas y a plena luz del día, algunos incluso en horarios picos.
Lucas Chémez, de 22 años, fue una de las víctimas de esta modalidad. El joven explicó que hace menos de una semana, alrededor de las 12.30 del mediodía, fue atacado cuando se encontraba en un semáforo de la avenida Néstor Kirchner, en la intersección con la avenida Colón. Allí, dos hombres que circulaban en una moto rompieron la ventanilla del lado del acompañante y se llevaron una mochila que estaba sobre el asiento. “La fila de autos llegaba a mitad de cuadra, se pasearon eligiendo a quien robar”, dijo Chémez.
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Una situación similar vivió Renata Lata el 20 diciembre cerca de las 17.30. La mujer contó que regresaba de trabajar cuando se detuvo en un semáforo de la avenida Viamonte, casi llegando a la avenida Belgrano. En los segundos en los que el semáforo daba luz roja, “sintió una explosión a su lado y vio que un hombre estaba robando su mochila, del asiento del acompañante”.
Hace menos de una semana, Rosa Parrado, de 54 años, fue víctima de un robo de estas características cuando circulaba por una esquina de la cerámica Marcos Paz, en Yerba Buena. En una entrevista con LA GACETA, su hijo, Gastón Castillo, contó que la mujer frenó para dejar pasar a otro auto y que, aprovechando que el auto se detuvo, un hombre que circulaba en una moto se acercó rápidamente y, sin bajarse del vehículo, le pegó un mazazo en la ventanilla y le robaron el bolso que tenía sobre el asiento del acompañante.
"Rompevidrios": un nuevo caso alerta a los conductores, pero ¿quién frenará estos robos?
Otros casos también fueron reportados a LA GACETA. Uno de ellos ocurrió en un semáforo de la calle San Martín y avenida Marco Avellaneda cuando le llevaron la cartera de Leila Assaf.
A Fernando Chahla le pasó algo similar en un semáforo de calle Crisóstomo, apenas frenó unos ladrones rompieron uno de los vidrios de su auto y le robaron la mochila a una mujer que lo acompañaba.
En la esquina de la calle 24 de septiembre y avenida Alem, Víctor Ríos sufrió un intento de robo de estas características.
A la vista de todos
Darío Paz, un empleado de una estación de servicios ubicada en la intersección de las avenidas Mate de Luna y Colon, contó que en menos de un mes presenció dos asaltos a vehículos con esta misma modalidad. “Ambos fueron a plena luz del día y con las avenidas abarrotadas de vehículos”, destacó.
“Esto pasa todos los días, las motos dan vueltas observando los autos y cuando ven que uno tiene un bolso o algo para robar, le rompen el vidrio y se lo sacan”, dijo Daniel Fernández, uno de los limpiavidrios que a diario se encuentra en el cruce de las avenida Colón y Néstor Kirchner.
Gustavo Acevedo, un vendedor ambulante de la Avenida Alem, aseguró que “hay entre uno y dos asaltos con esta modalidad por semana”.
Recomendaciones
“Si bien es una molestia, lo ideal sería que las personas guarden sus pertenencias en el baúl del vehículo”, dijo Álvarez.
Carlos Castro, jefe de la Unidad Regional Norte, afirmó que es una situación difícil de prevenir por parte de la Policía, y aconseja a los conductores a no llevar objetos de mucho valor sobre los asientos. “De ser posible las personas deben ocultar los bolsos bajo los asientos, o ponerlos en un lugar de menor alcance”, indicó.
Por último, Castro afirmó que “las personas que quieran extraer dinero de cajeros o bancos que pidan que un agente de la policía los acompañe de regreso en un móvil. Es un servicio gratuito y lo pueden hacer llamando al 911 o la comisaría más cercana”.