La Municipalidad capitalina anunció que está desarrollando proyectos para dos de los edificios más deteriorados de la ciudad. Por un lado, se prometió que el abandonado Palacio de los Deportes se convertirá en un Centro de Espectáculos Multifuncional. Por el otro, se adelantó se que está diseñando un proyecto de modernización del Mercado del Norte. No es la primera vez, sin embargo, que se proyecta poner en valor estas edificaciones históricas.
El Palacio de los Deportes fue inaugurado en 1976 y funcionó de forma intermitente. Tuvo largos períodos de desuso, por lo que que numerosas gestiones intentaron -sin éxito- remodelarlo.
En octubre de 1994 se había anunciado que un concesionario privado invertiría U$S 1,3 millón para remozar y reactivar el complejo, pero nada sucedió.
Cinco años más tarde, durante la gestión del intendente Oscar Paz, una firma había propuesto recuperarlo en ocho meses. El proyecto incluía también la construcción de un centro de convenciones para 1.500 personas.
En junio de 2011, el actual subsecretario de Planificación Urbana, Luis Lobo Chaklián, había anunciado obras de refacción por $10 millones y había dicho que esperaban reinaugurarlo en el año del Bicentenario de la Independencia (2016).
Las promesas incumplidas no solo fueron del municipio. En 2013, el exgobernador José Alperovich había dado a conocer una iniciativa para que se convirtiera en un microestadio apto para eventos deportivos, culturales y recreativos.
Las marchas y contramarchas del Mercado
El actual proyecto para remozar el Mercado del Norte todavía se encuentra en fase de desarrollo. “La idea es recuperar la fachada original del edificio, que ha sido devaluado con intervenciones a lo largo de estos años, pero faltan ver cuestiones estructurales adentro. La idea es tener un mercado moderno”, precisó Lobo Chaklián en diálogo con LA GACETA.
En los últimos 30 años, la Municipalidad intentó en distintas oportunidades privatizar y hasta vender el Mercado, lo que crispó la relación entre los puesteros y el municipio.
En 1996, por ejemplo, el intendente Raúl Topa había planteado el proyecto de transformar el mercado en un shopping. La iniciativa no se concretó y, dos años después, el intendente Oscar Paz había propuesto la venta directa de los puestos a cada uno de los comerciantes que trabajaban en el lugar.
En 2004 se había anunciado que capitales asociados de Holanda y de Israel, promovidos por Alperovich, estaban interesados en invertir en el lugar, y dos años después, los puesteros le habían presentado a la Municipalidad un proyecto de remodelación del edificio para convertirlo en un centro de compras regional.
El conflicto más reciente se produjo entre 2008 y 2009, cuando la administración municipal había querido desalojar a los puesteros y llamar a un licitación para la construcción de un centro comercial. Esta iniciativa había generado airadas reacciones de los comerciantes que trabajan en los puestos, y hasta protestas. Sin embargo, en mayo de 2009, la Comisión de Patrimonio de la provincia había dictaminado que el edificio debía seguir cumpliendo su función actual.