“Aparecí porque la doctora ya me dijo que dejara de cocinar y venga a los juicios”, bromeó Cergio Morfil que ya participa en el debate después de que su esposa Silvia Furque lo reemplazara durante los primeros días. “Ya quisiera que fuera así. Le hice su trabajo por un par de días y no me pagó nada”, respondió la profesional mientras recriminaba a su esposo por haber prendido un cigarrillo. Carlos Posse, que se incorporó días más tardes porque se encontraba en el exterior, señaló: “vine para controlar a (Gustavo) Morales”. La ocurrencia generó risas de sus pares, pero no tantas como las que provoca Gustavo Carlino cuando habla de sus hazañas futbolísticas. “Los muchachos saben que estaré, no en un 100%, pero no puedo fallarles. Soy fundamental para el equipo”, explicó.
Juramento
La audiencia matutina tuvo un abrupto final. El fiscal de cámara, Carlos Sale, le pidió al tribunal un cuarto intermedio para poder participar del acto protocolar donde jurarían varios magistrados. El planteo fue rechazado por la mayoría de los defensores, ya que querían terminar cuanto antes la declaración del ex subjefe de Policía, Nicolás Barrera. Inesperadamente, los jueces, sin preguntar a todas las partes, aceptaron el planteo argumentando que ellos también habían sido invitados a asistir. Cuando el imputado escuchó la resolución de los magistrados, sólo atinó a decir: “¿y qué hago con la custodia que me han designado? No quiero regresar a casa con un hombre custodiándome otra vez”. Los jueces escucharon sus palabras y después de una breve charla decidieron levantar la custodia y, después se fueron raudamente a participar del acto.
Operativo.- Pese a que sobran los dedos de las manos para contar la cantidad de personas que presencian la audiencia, hay por lo menos 20 efectivos de la Policía de la provincia y la Federal evitando que se produjeran incidentes dentro y fuera de la sala. Además, uno de los jueces tiene un custodio que lo sigue a todos lados.
Picante.- Uno de los momentos más calientes de la audiencia vespertina se produjo cuando el defensor Cergio Morfil opinó que le parecía sumamente peligroso que haya salido a la luz que el querellante estuvo presente en una de las declaraciones que realizó Nicolás Barrera. Carlos Caramuti, presidente del tribunal, le pidió que ese planteo lo realizara durante los alegatos. El defensor, luego de un intercambio de palabras y un llamado de atención del magistrado, terminó aceptando la decisión.
Récord.- La declaración del ex comisario Nicolás Barrera es hasta ahora la más extensa de este juicio. Comenzó a declarar el jueves por la tarde, continuó el lunes y terminó ayer. En total fueron casi 20 horas y más de 300 las preguntas respondidas. Muchos aseguran que el testimonio de Alberto Lebbos, que podría comenzar hoy, sería igual o más extenso que este. No se sabe si los defensores de los acusados no se animarán a realizar muchos interrogantes.
Aclaración.- El secretario de la sala Marco López Frías leyó un escrito que presentó Rafael Gómez, defensor del ex comisario Rubén García. Allí salió a la luz que acusó ante los jueces que el ex jefe Barrera le había pedido que su defendido declare así lo desvincule de la causa. “Le dije que no podía hacer eso y que estaba pensando en no hacerlo porque no estaba dispuesto a pasar por otro juicio, ya que él había enfrentado uno y estaba cumpliendo la condena que se le dio”, explicó en el documento. La acusación fue rechazada por Gustavo Carlino, defensor del ex subjefe de Policía, que insistió en que se llamara a declarar a García.