En las habitaciones en las que se fuma con intensidad se encuentran restos de tabaco incluso hasta meses después de que se deje de fumar, confirma un estudio estadounidense publicado en la revista “Tobacco Control”, consigna DPA.
Los investigadores de la Universidad Estatal de San Diego estudiaron el llamado “third-hand smoke” (THS) o “humo de tercera mano”. Este es el que queda impregnado en las superficies aun mucho tiempo después de fumar. Se adhiere a la ropa, a los muebles, a las cortinas, a las paredes, a la ropa de cama, a las alfombras, a los vehículos y a otros elementos y va acumulándose con el paso del tiempo.
El grupo de profesionales analizó un casino de California donde el tabaco fue cuenta corriente durante años. Después de que se prohibió fumar, en 2014, la cantidad de nicotina y partículas de nitrosaminas que quedaba en el lugar descendió rápidamente del aire, pero no así del suelo ni de las superficies de los objetos, donde no desaparecían por completo.
Medición
Se midió cuidadosamente el perímetro de ocho espacios diferentes dentro del casino, de donde se recogieron muestras en dos etapas. El equipo, dirigido por Georg Matt, analizó a nueve personas no fumadoras antes y después de la prohibición. Antes de la prohibición (primera etapa) se encontraron altos niveles de THS.
En la segunda etapa, al analizar a las mismas personas durante una visita de cuatro horas en el casino, se presentó un valor mucho mayor que en la primera, sobre todo en los dedos y en la orina, en comparación con personas no fumadoras que estuvieron en ambientes libres de tabaco.
“Durante años las capas de humo se posan sobre las superficies e impregnan profundamente los materiales”, señala Matt. Aparatos de aire acondicionado potentes pueden mejorar rápidamente la calidad del aire, pero algunos residuos permanecen y son más difíciles de eliminar.
Higiene
Para evitar la contaminación el experto recomienda realizar una limpieza profunda sobre las superficies duras. Además es buena idea cambiar los muebles y sobre todo alfombras y cortinas (cuando no se las lava con frecuencia). El humo de tercera mano no se elimina al ventilar las habitaciones, abrir las ventanas, usar ventiladores o aire acondicionado. Tampoco restringiendo el hábito de fumar en ciertas áreas de la casa. “Nunca se debería fumar tabaco en habitaciones cerradas si no se está dispuesto a pagar después el precio de una limpieza profunda”, expresó Matt.
Los efectos del THS a largo plazo en la salud apenas han sido investigados. Se aconseja evitar el contacto con los materiales afectados y no fumar frente a niños ni bebés.