Eran las 6 cuando los gritos de una mujer despertaron a toda la cuadra de la calle José Colombres al 200. Una joven de 28 años salió corriendo de su departamento semidesnuda y golpeada. Pedía a gritos que alguien llame a la Policía.

Una empleada de una panadería, Sofía Derbunovich, contó que estaba llegando al negocio cuando presenció la escena. Relató que el hermano de la víctima llegó poco después para asistirla y que en medio de la confusión escuchó que “alguien se quería suicidar”.

Minutos después, vio llegar a una patrulla del Grupo Cero, quienes interceptaron a la muchacha cuando empezó a correr hacia la esquina, intentando alejarse.

Agentes de la fuerza informaron que recibieron un llamado por una situación de violencia de género y toma de rehenes. Sin embargo, al llegar se dieron con que la pareja de la muchacha, un hombre de 44 años, la había golpeado y que cuando ella avisó a la Policía, se atrincheró en el baño de ese domicilio y amenazaba con quitarse la vida.

Los efectivos lograron ingresar al departamento y encontraron el piso del baño lleno de sangre. Allí, el hombre se encontraba tirado y presentaba cortaduras en ambos brazos; se había intentado cortar las venas con un cuchillo de cocina. Inmediatamente fue trasladado hasta el hospital Padilla, donde se negó a ser atendido.

Fuentes policiales informaron que, al parecer, “el hombre estaba bajo los efectos del alcohol o de alguna sustancia ilegal”.

Antecedentes

Un joven que dijo ser hermano de la víctima manifestó que la violencia y los golpes eran habituales en la pareja, “ la llevé a que denuncie varias veces, pero él la amenazaba y ella terminaba levantando la denuncia”, dijo.

Contó que su hermana y el hombre mantenían una relación amorosa hace 15 años.

Cuando ella, quien es oriunda de Los Gutiérrez, en Cruz Alta, tenía poco más de 14 años, se mudó con el hombre a la capital. En su vivienda, según el testimonio del hermano, el atrincherado supuestamente “vendía droga y la obligaba a prostituirse con sus amigos”.

Una vecina, quien es dueña de un drugstore contiguo al departamento de la muchacha, contó que repetidas veces vio a la joven golpeada, pero que ella aseguraba “haberse caído de la moto”.

Luego del incidente la joven se negó a denunciar, por lo que fiscalía decidió que no se tomarían medidas. Su hermano aseguró que posteriormente ella se fugó y no atiende el celular. “Desde las 7 que no sé de ella”, finalizó.