MADRID Y BARCELONA.- La reelección del ex presidente catalán Carles Puigdemont, quien se encuentra en Bélgica huido de la Justicia, parece cada vez más lejos, a pesar de que sigue siendo el único candidato a la investidura, porque su principal socio no está dispuesto a asumir consecuencias penales.
La “número dos” de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Marta Rovira, dejó claro que la investidura de Puigdemont “no debe implicar consecuencias penales ni efectos judicialmente negativos para muchos diputados”.
En ese sentido, Rovira instó a Junts per Catalunya (JxC), el grupo de Puigdemont, a detallar la “fórmula para hacer efectiva la investidura”. Esto significa que su partido no piensa incumplir la resolución del Tribunal Constitucional, que prohibió que la investidura del líder secesionista sea por vía telemática o delegada, obligando a Puigdemont a asistir de forma presencial a la Cámara, lo que es prácticamente imposible.
El Constitucional aclaró que el líder secesionista, quien hace tres meses huyó a Bruselas luego de ser destituido por el Ejecutivo de Mariano Rajoy, podía pedir autorización al Tribunal Supremo, para presentarse al debate de investidura.
El martes, el presidente del parlamento catalán, Roger Torrent, de ERC, decidió aplazar de forma indefinida el debate de investidura, aunque mantuvo a Puigdemont como candidato con la intención de ganar tiempo. De esta forma, evitó desobedecer al Constitucional.
Sin embargo, desde el punto de vista tanto político como legal, la reelección de Puigdemont, el candidato de la mayoría independentista surgida de las urnas el 21 de diciembre, está en un callejón sin salida.
Sobre el ex presidente catalán pesa una orden de detención por delitos de rebelión, sedición y malversación por su intento de secesión frustrado en octubre, con lo que sería detenido apenas pise territorio español.
El juez del Tribunal Supremo que lleva el caso, Pablo Llanera, rechazó un escrito presentado por la defensa del político secesionista en el que le informa que adquirió la condición de diputado, lo que él cree que le otorga inmunidad parlamentaria y, por lo tanto, le da cobertura para evitar su detención.
Además, Rovira subrayó que la investidura del nuevo presidente debe ir acompañada de “un plan de gobierno” para “toda la Legislatura”, que marque la hoja de ruta para “seguir el camino” iniciado por el anterior Ejecutivo. Si bien ERC dice haber renunciado a la vía unilateral, las afirmaciones de la diputada independentista apuntan en sentido contrario, lo que dificulta el camino a un eventual presidente independentista.
Alternativa
El ex vicepresidente y líder de ERC, Oriol Junqueras, quien se encuentra en prisión provisional, propuso una presidencia “simbólica” para Puigdemont y otra “ejecutiva”, pero la idea no fue bien recibida por JxC.
Mientras la grieta entre los independentista se ahonda, la oposición catalana y el gobierno español continúan presionando para que Torrent designe a otro candidato a Presidente del gobierno regional.
El vocero del Ejecutivo, Íñigo Méndez de Vigo, sostuvo que “lo lógico” es proponer “un nuevo candidato que no tenga cuentas con la Justicia”. (Télam)