Plan y disposición detallados que se forman para la ejecución de una cosa; propósito o pensamiento de hacer una cosa; conjunto de instrucciones, cálculos y dibujos necesarios para ejecutar una obra de arquitectura o de ingeniería. Son algunas definiciones de la palabra proyecto. Hay muchos que si acceden a la categoría de crónicos, corren el riesgo de concretarse nunca. El 25 de septiembre de 1974, con la presencia de los gobernadores de Catamarca y de Tucumán, se colocó la piedra basal del futuro dique Potrero del Clavillo.
En encuentro cumbre de dos mandatarios provinciales se reiteró el martes pasado para considerar este asunto, entre otros. El último intento de concreción del embalse data de 2016, pero desde entonces no se registraron acciones para quebrar la casi legendaria inmovilidad. La jefa de Estado vecina dijo que Potrero del Clavillo es una obra importante no fácil de llevarla a cabo porque implica una inversión millonaria que las provincias no están en condiciones de hacer. El gobernador tucumano anunció que juntarán los equipos técnicos de ambas provincias y la otra semana iría con la gobernadora a plantear un esquema para ver qué posibilidades y viabilidad tiene pensar a futuro en esta obra, mientras que su colega señaló que es un proyecto que lleva más de 50 años de postergación y que fueron muchos los gobiernos que pasaron y la “prometieron”.
El subsecretario de Infraestructura del Plan Belgrano afirmó que la celeridad de los trámites dependía en gran parte de Tucumán. Manifestó que están los fondos nacionales para el Potrero del Clavillo (US$ 650 millones) y que habrá más dinero en la medida en que se completen los proyectos del dique El Naranjal y sus obras complementarias. Señaló que la Nación le pide a Tucumán que concluya el proyecto de El Naranjal, que está avanzado en un 80% por el equipo de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNT, el mismo que elaboró el de Potrero del Clavillo.
En mayo de 2016, la Facultad de Ciencias Exactas de la UNT entregó a los funcionarios nacionales los planos del proyecto final para el llamado a licitación del complejo hidroeléctrico Potrero del Clavillo; ese año cerró con la aprobación del presupuesto 2017, que incluía una inversión de U$S 1.100 millones para Potrero del Clavillo. Ese mismo mes también se anunció la firma de un acuerdo entre la Nación y la UNT para el desarrollo del proyecto de la represa El Naranjal, que en suelo tucumano, regularía los caudales de los ríos Medina y Gastona.
Ninguno de los dos proyectos avanzó. La Provincia dijo que el convenio que había firmado la Nación con la UNT era nulo, y la primera respondió que la demora se debía a que la Provincia no había cumplido con las exigencias para la licitación de las obras.
Parece increíble que las partes no puedan llegar a acordar. Bastaría una llamada telefónica preguntando qué trámites se adeudan para seguir avanzando o juntar a los equipos de ambas provincias con el de la Nación, pero a juzgar por la realidad, da la impresión de que eso fuera imposible. Y en este diálogo de sordos, los que siempre pierden son los ciudadanos, especialmente los del sur, temerosos de que tras el aguacero del miércoles, las inundaciones vuelvan a repetirse. Han transcurrido 44 años y la clase dirigente ha sido incapaz hasta ahora de cumplir con esta promesa que mejorará la calidad de vida de miles de personas.