Mientras la Municipalidad avanza con las tareas de restauración de la casa Sucar, a casi un año de su expropiación, en el Concejo se mantiene la disputa entre la oposición y los aliados al intendente, Germán Alfaro (Cambiemos), para aprobar una norma que garantiza la protección del entorno de la casona.
El proyecto “Transferencia de potencial constructivo para edificios de valor patrimonial y cultural ubicado en áreas de Interés Municipal” tiene como objetivo desalentar las construcciones en altura. La iniciativa declara de interés municipal el bulevar Salta, desde avenida Sarmiento hasta Santiago, y ordena que las construcciones no excedan los nueve metros de altura. El expediente cuenta con dictámenes positivos de las comisiones de Peticiones y Poderes, Obras Públicas y Planeamiento Urbano.
Sin embargo, en el bloque Tucumán Crece-PJ, que tiene la presidencia del Cuerpo, adelantaron que no promoverán el tratamiento en el recinto del expediente. Miembros del interbloque Acuerdo para el Bicentenario-Cambiemos, afín a la Intendencia, afirmaron que buscarán aprobar la protección patrimonial.
“Tenemos que partir de la base de que es totalmente inconstitucional avanzar sobre la propiedad privada de la forma que se pretende. Los dueños de todas las propiedades del bulevar Salta, entre Sarmiento y Santiago, deberán conformarse con una expropiación y que les den un inmueble de valor inferior y en una ubicación sin valor inmobiliario. No me parece tratable”, expresó el peronista Dante Loza, a cargo interinamente de la presidencia del Concejo.
El concejal alperovichista fue tajante con la postura de su espacio: “no hay voluntad de que prospere (el proyecto) desde mi espacio. No hay posibilidad de que estemos de acuerdo con algo así porque desde lo jurídico nos parece inconstitucional”.
El radical Agustín Romano Norri, presidente del interbloque ApB-Cambiemos, defendió el proyecto y aseguró que desde la bancada intentarán aprobar la iniciativa. “Necesitaríamos del acompañamiento del bussismo para lograr aprobar la protección patrimonial del sector de la ciudad. La ordenanza preserva el entorno de la casa Sucar, porque sino de nada sirve haber expropiado la casona si a la par una torre amenaza la estructura”, consideró. “El negocio inmobiliario no puede llevarse puesta la identidad arquitectónica y cultural de una ciudad”, aseveró.
Consultados por este diario, desde el bussismo no sentaron postura respecto al proyecto en disputa, aunque criticaron al intendente. “Con el concejal Eduardo Verón Guerra (también del bussismo) hemos presentado un proyecto para crear una comisión que dicte un nuevo Código de Planeamiento Urbano para terminar con los parches y las excepciones permanentes a las ordenanzas”, recriminó Ricardo Bussi. Y agregó: “No sólo hicieron caso omiso a la iniciativa, sino que el oficialismo municipal nada hizo para resolver la situación. Hoy vemos nuevos derechos adquiridos de nuevos propietarios en la zona que se pretendía preservar mientras la Intendencia sigue en una pelea inútil y estéril con el gobierno Provincial”.
Blindaje patrimonial
La Intendencia había comprado a comienzos de 2017 la casa de Salta 532 a la empresa Citrusvil Sociedad Anónima, del grupo Lucci. El objetivo de la firma era demoler la vivienda, incluida dentro del registro de edificios notables de la Comisión Provincial de Patrimonio, para dar lugar a un emprendimiento inmobiliario de la empresa Viluco Sociedad Anónima.
Los concejales aprobaron en febrero el proyecto de expropiación de la casa Sucar, pero dejaron pendiente el tratamiento de un proyecto de ordenanza que declara de interés municipal el entorno de la casona, para preserva el conjunto arquitectónico.
La alarma se disparó en octubre: como no estaba aprobada la norma la empresa Avanco SRL -propiedad de Rubén Rojkés y del senador José Alperovich- adquirió dos inmuebles aledaños a la casa Sucar. La Dirección de Catastro les autorizó un pedido demolición (B16443, al que tuvo acceso LA GACETA). Proyectan construir un edificio de 18 pisos en el solar de Salta 564.