BUENOS AIRES.- El ex vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, recuperó anoche la libertad. “El sistema judicial está haciendo abuso. No importan mis 70 días, importa lo que está en juego en el país”, lanzó luego de bajarse del auto en el que se trasladaba para hablar con los medios.
En un breve contacto con periodistas y mientras recibía felicitaciones de militantes, Boudou pidió por la libertad de los otros kirchneristas detenidos, y ratificó que todo obedece a una persecución política contra el “movimiento nacional y popular”.
Poco después del mediodía, los camaristas Eduardo Farah y Leopoldo Bruglia habían confirmado el procesamiento a Boudou y a otros dos acusados, pero revocaron la prisión preventiva que el juez federal Ariel Lijo había dictado al ex vicepresidente, y lo excarcelaron. Con esta decisión, Boudou tuvo vía libre para abandonar la cárcel de Ezeiza, tras haber estado detenido desde el 3 de noviembre por orden de Lijo.
Sin fisuras
Los dos camaristas estuvieron de acuerdo en excarcelar al ex vicepresidente entre 2011 y 2015, pero hubo disidencia en cuanto a si se le debía aplicar una caución juratoria o una tobillera electrónica para su control.
Por ello fue convocado un tercer juez, el camarista del Crimen Rodolfo Pociello Argerich, quien arribó a los tribunales de Retiro a las 15 y, tras estudiar los votos, se sumó a la postura de Farah, a favor de aplicar la caución juratoria (Bruglia había propuesto controlar a Boudou con tobillera electrónica).
Los camaristas revocaron la preventiva por entender que el delito que se le imputa es excarcelable y el ex funcionario kirchnerista se presentó siempre en todas las causas que acumula en la Justicia. Además, remarcaron que actualmente es sometido a juicio oral en la causa Ciccone, en la que Lijo lo procesó sin prisión preventiva, y ese debate se realiza “sin inconvenientes”.
También descartaron el argumento que justificó la prisión en base a “relaciones residuales o influencias fundadas en los cargos públicos que ocupó Boudou en el pasado”, explicaron fuentes judiciales. Farah y Pociello Argerich, con desacuerdo de Bruglia, habían excarcelado ayer al ex funcionario kirchnerista en la causa por lavado de activos que lo llevó a prisión pero faltaba decidir sobre esta otra investigación en la que Lijo también lo procesó con preventiva.
La causa
Lijo procesó a todos por un viaje de tres días realizado en febrero de 2011 a París, en el que hubo rendiciones falsas de facturas por 9.395 y 6943,23 euros del hotel Bel-Ami en esa ciudad francesa y por el pago a un traductor, Eduardo Kahanne, por 3.300 euros.
En su descargo, Boudou había asegurado que “jamás” había visto las facturas del hotel por las que se encuentra investigado y que tampoco se ocupaba de confeccionar su propia rendición de gastos en relación a los viajes que realizara como ministro de Economía y, luego, como vicepresidente.
Con la decisión del tribunal, la liberación de Boudou se concretó de manera rápida desde la Superintendencia de Investigaciones de la Policía Federal, en avenida General Paz y Madariaga. Ese fue el procedimiento seguido en la noche del jueves con el ya excarcelado José María Nuñez Carmona, quien recuperó la libertad al ser liberado en la misma causa que se sigue a Boudou por supuesto lavado de dinero.
El mes pasado, la defensa de Boudou había solicitado que fuera revocada su detención, o que se lo beneficiara con el arresto domiciliario, dado que no tiene condenas en su contra, va a ser padre y tiene un fuerte arraigo al país en el que vive.
Al hablar con los periodistas que lo esperaban, Boudou se refirió a la difícil situación de los “compañeros” que están detenidos, aunque no mencionó a ninguno en particular. Sí, dejó un mensaje político. “La Ley de Movilidad (Jubilatoria) también quedó presa”, lanzó, en alusión de la reforma previsional que aprobó el Congreso a instancias del macrismo. (Télam/Especial)