Cuentan los que saben que las primeras referencias a la existencia de una “fuente de eterna juventud” aparecen en la cultura grecolatina. Desde entonces, un sinnúmero de exploradores se lanzó a buscar el mágico manantial, para calmar su sed de inmortalidad. Debido a que en aquellos tiempos el mundo no se conocía tan vasto como el actual, muchos suponen que el refrescante trofeo debe permanecer oculto en algún paraje de aquella vieja geografía, caminada por griegos y por romanos. 

Poco más de dos décadas atrás, Emanuel David Ginóbili llegaba a Italia para jugar en Viola Reggio Calabria, primero, y en Virtus Bolonia, después. Resulta totalmente válido elucubrar que, acaso sin quererlo, durante alguna recorrida turística, “Manu” se haya topado con aquella fontana, y haya bebido copiosamente de sus aguas. Quizá la “fuente de la eterna juventud” se esconda en la “suela” de la bota que semeja el mapa de Italia, o en la parte alta de la “caña”, las regiones donde se ubican los clubes en los cuales brilló el bahiense cuando jugó en aquel país. 

Tal vez esta suposición no satisfaga a los amantes de la ciencia; a aquellos que porfían en hallar una explicación racional para todo fenómeno. Pero ni ellos podrán negar que, en este caso, la mitología sirve para calmar esa necesidad de comprender el momento por el cual está atravesando el mejor basquetbolista argentino de la historia. Al menos le sirve al director técnico de los Spurs, Gregg Popovich. “Lo que sea que esté tomando, yo quiero un poco. En serio, tiene que haber una fuente de la juventud en algún lado”, dijo, en referencia al argentino. 

A fin de mes, el “Pibe de 40”, que lleva 17 temporadas en la National Basketball Association (NBA), cumplirá cuatro décadas y media de vida. Cruce tras cruce sigue sorprendiendo con jugadas de lujo -en la cara de veinteañeros-, y continúa marcando récords. Como el que firmó el viernes, con sus 21 puntos ante los Suns de Phoenix, desde la banca (ver: “Pibes de 40 hubo...”). 

Las últimas actuaciones de Ginóbili motivaron que amantes del básquet de todo el planeta reclamen su presencia en la 67ª edición del juego de las estrellas, que se disputará en Los Ángeles, entre el 16 y 18 del mes que viene -disputó este partido en dos ocasiones: en 2005, como novato (rookie) y en 2011-. Hasta el jueves, cuando se publicó el último conteo -volverá a difundirse el próximo jueves- “Manu” se ubicaba 5°, con 231.460 votos. La votación cierra el lunes de la semana que viene. Se puede votar mediante Facebook y Twitter -con el hashtag #NBAVote Manu Ginóbili- y por el sitio oficial de la NBA, www.nba.com. 

“Pibes de 40” hubo muchos, “Manu” sólo uno 

Muchos son los “pibes de 40” que jugaron la NBA a lo largo de su historia. Uno de ellos es el inmortal “23” de los Chicago Bulls, Michael Jordan. 

En la actualidad, el equipo con mayor promedio de edad de la temporada regular es Claveland Cavaliers, con 29,7 años. Lo escolta San Antonio Spurs, con una media de 28,6. 

Última chance: Vince Carter, Emanuel Ginóbili, Dirk Nowitzki y Jason Terry, los más veteranos de la NBA, están en carrera del que podría ser su última participación en un Juego de las Estrellas. 

Pese a sus 40 años, Emanuel “Manu” Ginóbili no deja de enamorar a los texanos y al mundo entero, desde la temporada 2002-2003. En el último partido que disputó contra Phoenix Suns, el bahiense aportó 21 de los puntos de los Spurs y nuevamente anotó su nombre en la historia de la NBA: se convirtió en el séptimo jugador de esa edad en convertir esa cantidad de tantos en un partido. Ahora el nombre Ginóbili esté al lado de estrellas como Jordan, como Kareem Abdul-Jabbar, John Stockton, Robert Parish, Karl Malone y Vince Carter. Los cinco primeros integran el Salón de la Fama de la NBA. 

Los números de “Manu” no dejan de sorprender. En la actual temporada, el “Pibe de 40” encabeza la lista -junto a su compañero de equipo Tony Parker- de los jugadores en actividad con mayor cantidad de anillos (ambos lucen cuatro en manos). Y está junto a Carter (el 26 cumple 41 años), Jason Terry (40) y Dirk Nowitzki (39) en el grupo de los más veteranos.