Volvió a Tucumán después de un año y medio. Su intención era pasar las fiestas de fin de año con su familia y celebrar con sus amigos. Pero no sabía que ese regreso se convertiría en el final de su vida. Alegría, emoción, amor y adrenalina fueron las últimas emociones que vivió Natalia Vargas antes de subirse al parapente y caer al vacío en el cerro San Javier.
La médica de 28 años vivía en Alemania hace tres años. Allí realizaba la residencia en Medicina. Regresó a su tierra (era oriunda de Concepción) luego de muchos meses de estar lejos de sus seres queridos. Por eso, entre sus actividades, decidió compartir un día en Loma Bola y volar sobre el verde natural.
Llegó al predio donde se realizan los vuelos de instrucción y recreación junto con un grupo de amigos Cumplió con todo el procedimiento para concretar su salida -firmó el habitual contrato de deslinde de responsabilidades que dispone el club de vuelo-. Con todo ello, se puso el equipo, que incluye el arnés de seguridad, y se subió al biplaza que estaba manejado por un piloto, Ariel Salazar.
Según la información policial, Salazar relató que luego de salir en vuelo, la víctima habría sufrido un ataque de pánico y presionado un dispositivo que provocaría el desprendimiento de su equipo. Sin embargo, allegados a la víctima plantearon sus dudas y manifestaron que eso no podría haber ocurrido.
“Era una persona que amaba la vida y es imposible que haya tomado la decisión de soltarse. Tampoco creemos que haya sido un ataque de pánico; hizo bromas antes de salir, estaba contenta y ya había volado en parapente otras veces”, manifestó Ana Corres, una de las amigas más cercanas de Vargas.
La familia sostuvo también esa posición durante las últimas horas de ayer. Eso llevó a que la Fiscalía 1ª, a cargo de la investigación judicial, ordenara el secuestro de cámaras grabadoras y celulares y el rastrillaje en la zona de la caída de la joven para poder hallar el posible teléfono de la víctima que podría contener filmaciones del recorrido. En el entorno de la familia se cree que estos elementos podrían arrojar luz sobre lo sucedido.
“Esto es raro. Si se tratara de apretar un botón para soltarse, ¿no hay algo que la sujete ante una emergencia?”, se preguntó otra de las amigas, Sofía Seidán.
La búsqueda
El dolor se expandió ayer por todo el cerro San Javier. En particular, en la zona de Loma Bola, donde se llevó a cabo el rescate del cuerpo sin vida, y en la comisaría de la comuna de San Javier, donde esperaban los padres, hermanos y los amigos de Natalia Vargas.
El secretario de Seguridad de la provincia, Claudio Maley, fue el encargado de anunciarles la mala noticia a la familia y a las demás personas, cuando la noche se presentaba en el destacamento policial. Antes de las 20, el Ministerio de Seguridad confirmó que los restos de la joven de 28 años habían sido encontrados a unos 200 metros de Loma Bola, la pista principal de salida de los parapentes.
El cuerpo fue encontrado ayer antes de las 20, en medio de la vegetación. El Grupo Cero, Bomberos, el Siprosa con su servicios médicos y la Unidad Regional Norte llevaron adelante el operativo de búsqueda casi toda la tarde.
El rescate continuaba anoche, ya que el cuerpo era trasladado a paso de hombre debido a la accidentada geografía de esa área.
El piloto quedo alojado en una comisaría de Yerba Buena, a la espera del avance de la investigación.