¿Cuántos grupos de WhatsApp constituyen ‘lo normal’? ¿Cuál es la delgada línea que separa al usuario adicto del moderado? ¿Son útiles? ¿Sí? Se calcula que en todo el mundo hay aproximadamente 1.000 millones de grupos de WhatsApp, según el portal latamclick.com. ¿Vos en cuántos estás?

El nacimiento de cada grupo es tan diverso como la vida misma. Algunos, por la coyuntura social y delictiva: “Vecinos contra pungas”; otros por la pura coyuntura: “Asado en lo del pelao”. Están los grupos que se autodestruyen después del evento: “carrera del domingo” y otros que existen, pero no es clara la función: “grupo de yoga de las 8.30”.

En este universo inmensamente inconmensurable de grupos están los grupos “estables”. Ponele. El de amigos del colegio, el de amigos de la vida, de la “vaguedad”, del barrio, de la universidad, del laburo. Grupos que, a su vez, contienen grupos paralelos (y ahí viene la parte complicada). En el caso del laburo, quizás es el mismo grupo... pero sin el jefe, claro. ¿Quién lo puso al jefe? ¿Es legal? El de amigos también se subdivide en los casados con hijos y en los que ni cerca están de eso.

Están los grupos “prepo”. Esos a los que no pertenecías un miércoles a las 8 am y, de repente, ¡plin! “fuiste añadida al grupo ‘acto de fin de año’”. (¿Quéesesto?). “Hola, chicas (muchos emoticones) este grupis es para que organicemos el temita de los disfraces” (emoticón de vestidito, pollerita, sombrerito, bailarincita). De repente estás metida en el brete de definir si el traje de elefante es de tafetán o de tela mecánica.

Y hablando de tipos de tela, el que más da para cortar sin duda es el de “mamis del cole”. Un universo tan diverso como las mujeres que lo conforman. Es un grupo que no se da naturalmente, no hubo química previa, ni charla, ni: “Che, ¿armamos un grupo?”. No. Pum, listo, sos parte.

Es un grupo que incluye debates sobre el color de las medias o los tipos de forros de carpetas, hasta cadenas de oración por todo el África, audios de secuestros virtuales, ofertas de autos, alquileres de casas, ferias navideñas, más cadenas de oración, pedidos de donación de sangre, muchos emoticones, muchos pulgarcitos para arriba y más cadenas de oración. Terminó el año y resulta que has elevado una plegaria por tribus que ni sabías que existían.

Pero en esta época del año disminuye su actividad... entra en latencia, agazapado hasta la próxima cadena de oración. O hasta que durante los primeros segundos de 2018 la administradora cambie a “4° grado cole”. “¡Ay, chiquis que lindooo, qué grandes!”; “¡Awww no lo puedo creer!”; ¿Alguna ya compró los útiles?” (¡Epa! Es 1° de enero, ¿no se calman nunca?).

¿Por qué nadie habla del grupo de los “papis”? Porque el de ellos se formó hace una semana y ya sale un asado. No importa en la casa de quién (”Vamos a lo de Armando, qué se yo ‘Armando qué’, no puedo dar tanto detalle”). La practicidad en abundancia.

En cambio, llegar a la juntada de madres incluyó varios subgrupos y el hecho de sopesar la relación de los hijos con los hijos de las otras madres (Martincito, ¿vos cómo te llevás con Miguelito? ¿No fue el que te rompió la ruedita de la mochila?). Resultado: un cafecito solo con tres mujeres en un bar con pelotero lleno de olor a patas.

Después llega el temita de salirse de un grupo. Qué tema ¿Qué hacés en el grupo de pintura si hace dos meses que no vas? ¿Para qué estás en el de entrenamiento si hace medio año que la bici está desinflada? ¿O en el del grupo de los primos de tu ex?

Si antes era enzarzarse en un duelo, hoy la valentía se mide por el número de grupos que sos capaz de dejar. “Chicos, disculpen yo me voy a ir porque ya no estoy casado con Noemí y bueno, ustedes entenderán”. Durísimo. ¿Cómo viene la proyección para 2018? ¿Será este el año para limpiar(te) de algunos grupos con valentía y sin que nadie se ofenda? Lo intentemos.

El porqué

Si hasta hace un tiempo eran un entretenimiento, ahora son indispensables y forman parte de la vida cotidiana. Nadie escapa y solo los valientes serán capaces de abandonarlos.