Aunque el año académico está cerrado, la Universidad Nacional de Tucumán vivió una tarde frenética. Desde temprano comenzó a circular la versión de que la rectora, Alicia Bardón, había presentado su renuncia al cargo para acogerse a la jubilación. Sin embargo, ella misma se encargó de desestimar esa posibilidad.
Los rumores se esparcieron por cada una de las 13 facultades y motivaron llamados telefónicos cruzados, intercambio de mensajes y especulaciones de todo tipo.
La propia Bardón explicó a LA GACETA que efectivamente había iniciado los trámites jubilatorios, y que la presentación de la renuncia condicionada es un requisito ineludible. Además, aclaró que no tiene previsto dejar el mandato como conductora de la UNT, que finalizará en mayo del próximo año. “Es un trámite ordinario como firmo a diario para cualquier docente”, avisó.