Independiente empató 1-1 con Flamengo en el estadio Maracaná y se consagró campeón de la Copa Sudamericana, ya que había vencido 2-1 en el partido de ida.
El conjunto brasileño, empujado por su gente, comenzó el partido con mucho ímpetu y a los cuatro minutos se aproximó por primera vez al arco de Martín Campaña: Everton tiró un centro que, por poco, Vizeu no logró conectar.
Unos minutos después, el mismo Everton desperdició un mano a mano en soledad, y a los 14' Paquetá desbordó por la derecha y envío su remate afuera. Pese a que a los 20 minutos Independiente tuvo su primera oportunidad, el dominio de Flamengo era evidente y apenas antes de la media hora de juego Paquetá abrió el marcador después de un centro que envió Diego.
Sin embargo, cuando parecía que los brasileños estaban cerca de convertir el segundo tanto, en una jugada aislada Gustavo Cuéllar derribó a Maximiliano Meza en su área y el árbitro colombiano Wilmar Roldán cobró penal para el visitante.
Después de consultar con el VAR, Roldán mantuvo su decisión y Ezequiel Barco transformó el penal en gol.
El primer tiempo terminó así en igualdad.
A medida que el equipo de Río se volcaba cada vez más al ataque, iba dejando también más espacios en su defensa. E Independiente estuvo muy cerca de aprovecharlos y marcar el 2-1, pero, en una salvada providencial, Juan desvío un tiro de Emmanuel Gigliotti apenas antes de que cruce la línea.
A la media hora del complemento, fue el mismo Gigliotti quien convirtió tras una caída de César, que había chocado con su compañero Réver, pero el árbitro ya había parado el juego.
En los últimos minutos, Flamengo fue desesperado al ataque para convertir el gol que igualaba las cosas y tuvo una chance clarísima en el último minuto pero Réver envió su disparo por encima del travesaño.
Tras el pitazo final, se desató la euforia de los jugadores e hinchas de Independiente por el primer titulo del club desde 2010, cuando se quedó también con la Copa Sudamericana. La obtención del título le garantizó al "Rojo" un lugar en la Copa Libertadores 2018.