“Espero el final del juicio con tranquilidad. Sé que todo esto es una persecución”, afirmó Ángel “El Mono” Ale durante uno de los recesos del juicio contra el Clan Ale. “Soy una persona austera. Nunca tuve grandes gastos. Lo que gané en el mercado, en el campo y las casas de juego, lo reinvertí. Soy verdulero y ‘pimientero’. Sí puedo demostrar mi patrimonio. La Unidad de Información Financiera miente”, afirmó uno de los acusados de integrar una asociación ilícita que lavaba los activos que provenían de actividades ilícitas.
El 13 de diciembre se conocerá la sentencia para el Clan Ale
Luego de que el fiscal Pablo Camuña, Martín Olari Ugrotte y Gabriel Merola (representantes de la UIF) y María Lucía Trabadelo y Mónica Molina (abogadas de la Administración Federal de Ingresos Públicos -AFIP-) pidieran penas de entre 2 y 30 años y multas de hasta más de $300 millones, los defensores del “Mono” Ale, María Jesús Rivero, Hernán Lazarte, Enrique Chanampa, Carlos Ocampo, Sergio Parrado, César Manca, Fabián González, Julia Esther Picone y Juan Lucero solicitaron su absolución y a no abonar ningún tipo de infracción.
Cergio Morfil y Eduardo Taleb, defensores del “Mono” Ale, dijeron que en el año que lleva el debate los acusadores no presentaron un solo testigo que diga que tuvo problemas con su cliente. “Esto termina siendo un proceso vergonzoso con una causa armada. Han usado esta causa que tiene serios contenidos políticos, y el Estado actuó como agente provocador para armarla”, dijo.
Respecto al lavado de activos, Morfil lo calificó como “un pedido para la tribuna, con mucho humo pero sin racionalidad”. A su turno, Taleb, en relación a la acusación de narcotráfico, desestimó las versiones de la testigo protegida F08. “Creo que fue bien remunerada”, ironizó. “En 1.500 CDs de escuchas, no hay pruebas contra mi defendido”, aseguró. “Este es el juicio más caro de la historia de Tucumán. Sé que el tribunal tendrá el valor necesario a la hora de resolver”, concluyó Taleb. Antes de cerrar su alegato, los defensores solicitaron la exclusión probatoria de las escuchas y del material contenido de las computadoras incautadas en los allanamientos.
Luego fue el turno de la defensa del policía Lazarte, representado por Manuel Pedernera. El letrado remarcó que su defendido llegó al debate como integrante de una asociación ilícita y que terminó siendo acusado por incumplimiento de deberes de funcionario público. “Ahora lo acusan de un hecho distinto. No hubo una calificación adecuada”, fundamentó Pedernera antes de pedir la absolución de su defendido.
Adolfo Bertini, quien patrocina a María Jesús Rivero, señaló: “Mi defendida llega a este juicio sólo por la palabra de Trimarco, que es una acusadora serial de los Ale. No hay otro elemento. Ella sufre de adicción a los psicofármacos y tuvo intentos de suicidio como consecuencia de pasar nueve años judicializada”.
También cuestionó los testimonios de los testigos de identidad reservada. “Incorporan información de baja calidad. Hablan de oídas, por supuestas versiones de terceros. Deben ser excluidos. Fueron relatos armados y direccionados”, advirtió. Además de que sea declarada inocente pidió la exclusión de las cartas y incautadas a Rivero. “Violan la intimidad”, explicó Bertini.
El defensor oficial Ciro Lo Pinto también pidió las absoluciones de Chanampa, Ocampo y Parrado porque “en siete meses de escuchas no probaron ninguna relación entre Ángel Ale y ellos”. En tanto que sobre González y Picone fue categórico: “Eran un matrimonio que lo único que quería era progresar. No se puede acusar a una persona la ligera por lavado de activos”, señaló antes de pedir que sean declarados inocentes.
El defensor oficial cuestionó seriamente la investigación realizada por las fuerzas de seguridad. “Salieron de pesca con medidas intrusivas y con violaciones a la intimidad y la propiedad privada. En nueve meses de investigación no hallaron nada contra estas personas sobre trata de personas ni drogas”, concluyó Lo Pinto antes de solicitar al tribunal que declaren nulas las escuchas telefónicas.
La serie de alegatos fue cerrada por Juan Robles, defensor de Lucero, que se refirió al polémico juicio sobre la desaparición de Marita Verón. “Le cortaron la cabeza a dignísimos jueces porque no fallaron como querían. Y entonces se inició este juicio, donde quisieron hacer lo mismo con este tribunal. Aquí se dio vuelta todo. Por eso no creo en este proceso, señores jueces, pero sí creo en ustedes. Lucero no es un narcotraficante, es un trabajador que por un gramo de cocaína estuvo preso tres años, le arruinaron la vida”, aseguró antes de pedir su absolución.
El tribunal, que está integrado por Alicia Noli, Gabriel Eduardo Casas y Domingo José Batule, aún debe escuchar los alegatos de los defensores de Rubén “La Chancha” Ale, María Florencia Cuño, Ernesto Cátulo, Roberto Dilascio, Víctor Suárez y Valeria Bestán. Luego, posiblemente el lunes 18, se conocerá la sentencia.