El regreso del gobernador, Juan Manzur, luego de dos semanas en Estados Unidos, y la inminente jura de los diputados nacionales electos el 22 de octubre pone al vicegobernador, Osvaldo Jaldo, contrarreloj. El presidente de la Cámara tiene enfrente un abanico con cuatro posibilidades: renunciar al cargo provincial o pedir licencia y asumir en el Congreso, renunciar a la banca obtenida por el Frente Justicialista o bien dilatar su jura como diputado. Para esto, debería enviar una nota mediante la que justifique su ausencia en el acto y así se prorrogue su asunción para una próxima sesión.
“No seamos tan ansiosos; esperemos un poquito hasta el 10 de diciembre y no hay dudas de que vamos a hacer los anuncios correspondientes”, fue la última frase que pronunció Jaldo respecto de su futuro político. De ese pedido de prudencia ya pasó un mes y los plazos legales apuran una definición. Ocurre que el miércoles, a las 11, se hará la ceremonia de jura de los diputados electos en el Congreso. Además del vicegobernador, ese día deberán prestar el juramento de rigor otros tres tucumanos: la peronista Gladys Medina y los macristas José Cano y Beatriz Ávila de Alfaro.
Si bien en los pasillos de la Casa de Gobierno se presagiaba que el viernes iba a haber una resolución, lo cierto es que nada oficial fue informado. Ese día, Manzur arribó a la provincia al mediodía, pero lo hizo en silencio. De hecho, no tuvo agenda oficial durante la tarde del viernes ni tampoco ayer. Sí, en cambio, el gobernador y el vicegobernador mantuvieron un encuentro a solas el viernes, después de las 18. Extraoficialmente, se supo que conversaron largos minutos sobre las gestiones realizadas por el mandatario en Estados Unidos, y algunos pocos minutos acerca de la actualidad política. De hecho, acordaron conversar nuevamente el lunes (por mañana).
Tanto colaboradores de Manzur como de Jaldo coinciden en que el anuncio será realizado por ambos, y que se haría mañana antes del mediodía. Incluso, dan por sentado que el vicegobernador permanecerá en el cargo y que se inclina por dar un “corte” definitivo a la situación. Es decir, renunciar a la banca obtenida. Lo que resuelva el tranqueño mantiene expectante a otro referente oficialista: el secretario General de la Gobernación, Pablo Yedlin. El ex ministro de Salud fue tercero en la nómina, y debería ocupar el lugar de Jaldo. La semana pasada, incluso, Yedlin intercambió algunos conceptos con una diputada saliente Miriam Gallardo. La charla, cuentan, giró en torno de las tareas legislativas y hasta de los despachos disponibles.
El apuro también responde a cuestiones administrativas. En caso de renunciar, Jaldo debería notificar por escrito su decisión ante la Justicia Electoral Nacional, que a su vez notificaría a Yedlin para que prepare la documentación exigida. Uno de los trámites de rigor previos a la jura, por ejemplo, implica la realización de estudios psicofísicos, similares a los preocupacionales de cualquier trabajo.
Fuentes consultadas ayer confirmaron que el fin de semana culminará sin novedades. Una muestra es que las cuentas oficiales en Twitter de Manzur y de Jaldo no registran actividades oficiales desde el mediodía del viernes. El vicegobernador, quizá para terminar de madurar una decisión junto a su familia, partió ayer por la mañana hacia su ciudad natal, Trancas. Prometió volver el lunes, ya con una certeza sobre su futuro político inmediato.