Le proponemos un ejercicio. Antes de empezar a leer este artículo, dese vuelta y cuente cuantas cosas de plástico existen a su alrededor. Muchas ¿verdad? Es que el plástico se emplea a diario en diversas industrias productivas como la alimenticia, medicina, construcción, juguetes y transporte entre otras.
Está tan masivamente aceptado en todo el mundo que a veces se naturaliza las múltiples aplicaciones que tiene: se lo puede encontrar en cada aspecto de nuestras vidas. Está presente en los celulares, en los autos, en las computadoras, en la ropa y el calzado que vestimos, en insumos médicos, en envases de alimentos y bebidas. También se los utiliza para construir rutas, tuberías y cables.
Los plásticos son materiales que pueden ser considerados jóvenes y sin embargo han evolucionado vertiginosamente en las últimas décadas. El plástico es utilizado por más de 100 años, es líder en innovación en todos los sectores e impulsa un desarrollo sustentable promoviendo el ahorro de recursos y energía, reduciendo peso y emisiones de gas con efecto invernadero.
Es que el plástico es un recurso durable, inocuo, noble y reciclable. Por ejemplo, es una opción elegida por la industria logística. Al ser liviano, durable, flexible, tiene amortiguación y protección, proporcionando una mayor eficiencia en las entregas sin derrames, desperdicios ni otros daños.
Mario Tonelli, Director Ejecutivo de Ecoplas, explica: “los plásticos son inertes por su cualidad de higiénicos y seguros, permitiendo envasar alimentos, bebidas, sueros, sangre, etc. Al ser inertes no se biodegradan, por lo tanto son absolutamente inocuos en un relleno sanitario.”
Gran parte de los elementos que se utilizan a diario tienen algún componente de plástico. Por ejemplo, el 45,5% de la producción total del plástico se utiliza en packaging. Los envases plásticos protegen productos y alimentos permitiendo que sean seguros y cubriendo las necesidades de almacenamiento de millones de personas.
La presencia de los materiales plásticos en la medicina cada vez son más y están a la vanguardia de los avances y aplicaciones para la salud desde mediados del siglo pasado.
Desde recubrimientos de píldoras, envases para sangre, plasma, guantes de cirugía, o catéteres y prótesis de diseño. Verónica Ramos, Gerente de Ecoplas, afirma: “el plástico nos ayuda a vivir mejor, sería imposible la vida moderna sin ellos. Desde que nos lavamos los dientes, cuando nuestros alimentos están conservados, cuando nos subimos al auto o a un avión, cuando cuidamos a nuestros hijos, cuando trabajamos y cuando volvemos a nuestro hogar, nos acompañan”.
El 13% de los plásticos son utilizados en construcciones. Gracias a este material, se logra un equilibrio entre las necesidades funcionales y económicas de construcción de la población y la protección del medio ambiente, posibilitando soluciones de alto rendimiento. Por ejemplo, son utilizados en tuberías de gas y agua, aislamientos, perfiles y marcos de las ventanas, hasta el diseño interior.
El 10% de los plásticos se utilizan en la industria eléctrica y electrónica, como los teléfonos celulares, CD's, computación, cables, electrodomésticos o instalaciones eléctricas que serían inconcebibles sin la existencia de los plásticos. En la industria automotriz utilizan 8% del total del plástico. Están presentes en automóviles, colectivos, trenes, subtes, aviones, etc.
Además de todos los deportes que practicamos habitualmente donde los plásticos están presentes desde la más básica zapatilla deportiva o una pelota de fútbol, hasta los equipos de seguridad, como cascos y tobilleras.
Los elementos de los más pequeños, como pañales, mamaderas, chupetes, platos, cubiertos, juguetes, cochecitos también están compuestos por plástico. En resumen, los plásticos son facilitadores de la vida cotidiana y su correcto uso depende de los ciudadanos. Al final de su vida útil, si los separamos en nuestro hogar, se pueden reciclar en otros objetos volviéndose a incorporar en nuestra vida.