Diez años después de instituir la tradición del autovoto y de aplicarla en los comicios internos subsiguientes, los vocales de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán dejaron de lado aquella práctica controversial -para el ideal de la magistratura- y eligieron presidente al vocal Daniel Posse. Alfredo Dato introdujo el “voto selfie” en 2007 para llegar a la jefatura del alto tribunal, según se dice, instado por el ex juez Alberto Brito ante el cambio de opinión de un vocal aún en funciones. En esa ocasión, Dato quebró la regla no escrita vigente desde 1991 que veía mal que se optara por sí mismo. En adelante, todos usaron el precedente: Antonio Estofán en 2009 y 2011, y Antonio Gandur en 2013 y 2015.
Así como ninguno de los miembros del alto tribunal votó por sí mismo, tampoco hubo sufragios para Claudia Sbdar, quien llegó a la elección nominal y a puertas cerradas con la condición de favorita dado que, primero Estofán, y, luego, el propio Posse, habían anunciado a la prensa que la respaldarían. Estos “votos cantados” inéditos, que al fin no llegaron a consumar el propósito de ungir a la primera presidenta de la historia, se inscriben entre las novedades relevantes de una votación que, a diferencia de las últimas, fue célere, directa y fácil, tres virtudes que no abundan en Tribunales.
Posse, presidente in péctore de la Corte y de la estratégica Junta Electoral Provincial, salió triunfante en la primera ronda. El voto que obtuvo de parte del titular saliente Gandur, que abrió la elección, determinó el desenlace. Sucede que se sabía de antemano que al menos Posse, Estofán y Sbdar, los tres vocales nombrados por el ex gobernador José Alperovich, habían acercado posiciones antes de la cumbre.
A su turno, René Goane dejó de lado la costumbre de votar por Estofán y se inclinó por Gandur: el giro supone otro mensaje para decodificar sobre la interna cortesana. Estofán avaló a Posse, quien terminó por sellar la victoria con el apoyo de Sbdar. Posse, a quien a esa altura del partido ya no le hacía falta votarse a sí mismo, intercambió gentilezas con Gandur. Luego repartieron las otras funciones: Goane retuvo la presidencia alterna que, por ser el vocal con mayor antigüedad, ejerce desde 2001 (con un interregno brevísimo de Sbdar a finales de 2015) y Gandur conservó su lugar en el Jurado de Enjuiciamiento. Más novedades: Estofán controlará el Consejo Asesor de la Magistratura por primera vez y, además, seguirá representando a Tucumán ante la Junta Federal de Cortes, junto a Sbdar. Esa vocal se quedó con la coordinación del Centro de Especialización y Capacitación Judicial que ya ejercía.
Si bien en el acta oficial no consta que Sbdar haya declinado la presidencia ni que se la hayan ofrecido, Posse dijo a posteriori de la reunión que aquella no asumía el cargo “por cuestiones personales que había que respetar”. Al igual que Estofán tras la elección interna de 2009, el presidente entrante negó haber recibido llamados y pedidos de parte del ex gobernador Alperovich (se informa por separado).
En cuatro autos a Trancas
Posse puede jactarse de haber llegado al despacho número uno del Poder Judicial en un clima de cortesía que no tuvieron las últimas dos o tres renovaciones de autoridades. Como pocas veces, los vocales pidieron cafés y, para cuando el ordenanza entró con la bandeja, afuera ya se comentaba el resultado de la votación. En el pasillo del Palacio se dijo que la mayoría había sido cocinada con el concurso de emisarios. Lo cierto es que la Corte asumió algún riesgo al pegar la reunión con la inauguración de un Juzgado de Paz en Trancas, a la que también asistieron el vicegobernador Osvaldo Jaldo, el gobernador Juan Manzur y el ministro público fiscal Edmundo Jiménez. ¿Qué imagen habrían dado los vocales si no se ponían de acuerdo, como ocurrió antes? Pero la jugada salió redondita: con el trámite electoral finiquitado, todos menos Goane partieron hacia Trancas en sus respectivos autos oficiales.