El ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido pasará detenido el fin de semana en el Hospital Penitenciario Central de la cárcel de Ezeiza pese a que ya concluyeron los exámenes para ingresarlo al sistema carcelario, que no arrojaron razones médicas para evitar su alojamiento en un penal, y luego sería derivado por pedido de su defensa a la unidad penitenciaria de Marcos Paz.
Al ex ministro "no se le encontraron" patologías "que no pudieran ser tratadas en la cárcel", informaron a Télam fuentes vinculadas al servicio penitenciario, que aclararon que aún no se definió en qué cárcel quedará recluido.
"Hasta el sábado o domingo se quedará en el hospital y luego se definirá a dónde lo llevarán, aunque hay más chances de que le toque ir al penal de Marcos Paz (provincia de Buenos Aires)", sostuvo otra fuente que sigue de cerca la situación de De Vido, cuya defensa solicitó por escrito el traslado a esa cárcel situada en el oeste del conurbano bonaerense.
El Director Nacional del Servicio Penitenciario Federal, Emilio Blanco, ya remitió el informe sobre la salud de De Vido al subsecretario de Asuntos Penitenciarios del Ministerio de Justicia, Juan Bautista Mahiques, quien definirá el destino del ex ministro.
De Vido es asmático y diabético y, según su abogado Maximiliano Rusconi, es insulinodependiente y "tiene que autoinyectarse entre dos y hasta siete u ocho veces por día".
Fuentes judiciales informaron que el ex ministro, que esta semana perdió sus fueros de diputado nacional, llevó al penal insulina para 10 días y que sus abogados le pidieron al juez Luis Rodríguez que lo consignara para que no se la incautaran.
El ex funcionario quedó detenido el miércoles por dos causas: una tiene que ver con irregularidades en las obras de remodelación de la mina de carbón de Río Turbio y la otra con sobreprecios en la importación de gas natural licuado (GNL).
Ayer había trascendido que en su primera noche de detención el ex ministro había cenado "poco" y que estaba "deprimido", y las fuentes consultadas indicaron que hoy no se percibieron cambios de su estado de ánimo, aunque recibió la visita de su esposa, Alessandra Minnicelli.
En la cárcel de Ezeiza se encuentran detenidos el empresario Lázaro Báez y los ex funcionarios José López (Obras Públicas) y Ricardo Jaime (Transporte), que trabajaron bajo órdenes de De Vido.
En el penal de Marcos Paz, el ex ministro también tiene conocidos: allí están Roberto Baratta, que también estuvo bajo su mando, y su cuñado, Claudio "mono" Minnicelli, quién tiene prisión preventiva en una causa por contrabando.
La Cámara de Diputados aprobó con 176 votos a favor y ninguno en contra el desafuero solicitado por los jueces Rodríguez y Bonadio contra el ex ministro, en una sesión especial, el miércoles último, en la que destacó la ausencia de la gran mayoría de los legisladores del Frente para la Victoria y del Movimiento Evita, lo que dio paso a la inmediata detención del ex funcionario.
Por primera vez desde la restauración de la democracia, en 1983, se aprobó la quita de fueros a un legislador por hechos de corrupción, presuntamente cometidos por De Vido al frente del Ministerio de Planificación Federal, que comandó por 12 años, lapso en el que manejó la obra pública, la energía, las telecomunicaciones, la vivienda, los puertos y, en parte de ese período, también el transporte.
El desafuero de De Vido, que se votó en una corta sesión especial, cosechó el respaldo de Cambiemos, seis diputados del FPV, bloque Justicialista, Frente Renovador, Frente de la Concordia de Misiones, Compromiso Federal-que responde a los hermanos Rodríguez Saa-, Libres del Sur, Gen, Socialistas y el Frente de Trabajadores de Izquierda.
En la causa de Río Turbio se produjo el primer pedido de desafuero y detención contra De Vido, que había sido motorizado por el fiscal Carlos Stornelli a principios de julio pasado.
De Vido se entregó el miércoles, a las 15.10, en los tribunales federales del barrio porteño de Retiro, hasta donde llegó acompañado de Rusconi.
Al entrar en el edificio de Comodoro Py por una de las calles laterales, Letonia, y ante la presencia de los periodistas acreditados, soltó su única declaración, sin dejar de caminar: "mándenle champagne a la doctora Carrió".
El acto de detención de De Vido se concretó recién cuando llegó al cuarto piso de los tribunales, luego de entregarse en el juzgado federal 9, donde se tramita la causa conocida como Río Turbio.
El juez Bonadio, por su parte, envió tres funcionarios judiciales al juzgado de su colega Rodríguez para que notificaran a De Vido de su procesamiento con prisión preventiva en la causa en la que se investigan sobreprecios en la importación de GNL.