BUENOS AIRES.- El ex ministro de Planificación Federal del kirchnerismo, Julio De Vido, había refaccionado su casa antes de quedar preso en el penal de Ezeiza, previendo así la posibilidad de que le otorguen una prisión domiciliaria, según publicó el diario "La Nación".
"La estrategia está centrada en dos objetivos que son, o bien que sea confinado al hospital penitenciario, dado su deteriorado estado de salud (es diabético e insulino dependiente) o la prisión domiciliaria, que es en realidad lo que él quiere", indicó en periodista Francisco Olivera en "LN+".
La casa familiar de De Vido, de 67 años, está ubicada en el country Puerto Panal, en Zárate. Allí, el ex funcionario posee jaulones de canarios ya que practica la colombofilia desde hace muchos años. Además, es criador de palomas mensajeras.
El ex ministro pasó su primer día preso sometiéndose a estudios médicos y psicológicos en el Hospital de la cárcel de Ezeiza, con vistas a que se defina cuál será el penal donde quede alojado, mientras su defensa negó que vaya a pedir por ahora el beneficio del arresto domiciliario.
Por lo pronto, su defensa fracasó en su estrategia de apartar al fiscal Carlos Stornelli, que había sido quien motorizó el primer pedido de desafuero y detención de De Vido en la causa por la malversación de fondos en la causa por la reactivación de la mina de Río Turbio.
El juez Luis Rodríguez rechazó los argumentos de la defensa reclamando apartar al fiscal por supuesto incumplimiento del criterio de "imparcialidad y objetividad que debían garantizar su función" como representante del Ministerio Público.
Según el parte médico realizado en el Hospital Central Penitenciario I (HCP), ubicado en esa cárcel, estaba previsto realizarle a De Vido una ecografía abdominal, ecocardiograma, y ecodoppler de vasos del cuello. Además, se deberán hacer las interconsultas en cardiología, diabetología y nutrición, precisó el informe sanitario que trascendió en las últimas horas a la prensa.
El miércoles, pasado el mediodía, la Cámara de Diputados votó el desafuero y expulsión de De Vido con un total de 176 votos, integrados por oficialistas y gran parte de la oposición, aunque con la ausencia del Frente para la Victoria, que decidió no bajar al recinto para el momento de la votación.