Se lo nota golpeado, con ganas de jugar ya mismo el partido contra Deportivo Morón y ganarlo, claro. Diego Cagna asimiló el golpe que significó el empate con Mitre de Santiago del Estero, pero no se achica.
Está con fuerzas, quiere dar vuelta la historia y modelar a este nuevo San Martín para que sea el equipo protagonista y ganador que quieren todos en La Ciudadela.
Ayer, luego de la práctica matutina, el entrenador dialogó largo y tendido con LG Deportiva, contando sensaciones de un momento que no esperaba, pero que anhela superar cuando antes, para revivir el idilio con los hinchas y para darle más fuerzas a un proyecto que él ve como muy importante para el club.
- ¿Te sorprendieron los silbidos y la reprobación de la gente el lunes?
- Hay que aceptar las críticas porque es inevitable. Me parece un poco prematuro porque el equipo está a cuatro puntos de la punta y van cinco fechas del torneo. No sé qué puede influir en el ánimo de la gente. Es verdad que de local hay que ganar. Por ahí con Mitre, un recién ascendido, pensaban golear. Pero todos los equipos son difíciles. Esperemos que los hinchas estén tranquilos. Faltan muchas cosas, pero tampoco es que el equipo es un desastre, no hay que volverse locos. Los hinchas tienen que tener en claro que si nosotros no ganamos, perdemos el trabajo. Imaginate si no queremos ganar. Siempre nos apoyaron y esperemos que sigan así, obvio que el equipo le tiene que responder dentro del campo.
- ¿Cómo tomás el gran respaldo de la dirigencia?
- Le agradezco muchísimo. Acá están pasando cosas muy raras. Antes que juguemos con Mitre ya había gente que decía que si no ganaba me iba o me echaban. Sacan cosas en las redes sociales, que son un mal inmenso para la sociedad, y no podemos manejar eso. Cada uno es dueño de hacer lo que quiera, pero parece que hay gente que se pone contenta si a San Martín le va mal. A veces parece que todo sigue politizado. Todos debemos unirnos para que el club siga creciendo como lo está haciendo ahora. Con la dirigencia estamos en un proyecto que, esperemos, sea importante. El que me quiere, que me apoye, y que no me quiere, que lo apoye al club.
- ¿Te ponés algún límite o plazo?
- No. Está claro que los resultados marcan todo, pero también muchas veces te marcan los jugadores. Y acá los chicos se están matando en los entrenamientos y en los partidos. Y viendo eso decís: así no me tengo que ir. Este no es ni cerca el momento de dar un paso al costado. Sé que, más allá de que ascendí, hay que rendir bien siempre para mantenerse en el cargo. Pero estoy tranquilo y confiando en que el equipo comenzará a ganar.
- ¿Te dijeron algo los jugadores?
- No, pero veo en cada entrenamiento que están de mi lado. Se matan entrenando y no necesitan decírmelo. Están con bronca porque no ganamos y porque no encontramos el rendimiento. Estamos todos unidos en el mismo barco y lo vamos a sacar adelante. De eso estoy seguro.
- Lo bueno es que ninguno se cortó y los candidatos tampoco andan bien...
- Sí, tal cual. Es un torneo difícil, en el que no se juega bien. Hay mucha lucha y se dan partidos trabados. Hay que tratar de salir de esa media jugando bien. El equipo pelea y nadie se lo lleva por delante. Nadie fue superior a nosotros, pero tenemos que agregarle la cuota fútbol para poder hacer la diferencia.
- ¿Cómo se sale de este momento que no es el que nadie esperaba?
- Tenemos que mejorar en el juego, no queda otra. Estamos firmes en defensa y comenzamos bien desde del fondo, pero no podemos explotar en ofensiva. Hay varios jugadores que están en un bajo nivel de tres cuarto de cancha en adelante y tenemos que recuperarlos. Sino, hay que buscar variantes porque de alguna forma tenemos que solucionar este problema. Tenemos muy buenos jugadores, debemos jugar bien y crear situaciones. Si logramos eso, todo va a comenzar a cambiar.
- Da la impresión de que, si a Bieler se lo asiste bien, van a llegar muchos goles, ¿piensan así?
- Más allá de su gol, Claudio es muy importante en el juego. Pero tenemos una falencia: estamos llegando con poca gente al área rival. Por ahí tiramos un centro y él está solo y así es difícil. Debemos llegar con más gente, los volantes tienen que acompañar.
- Que el equipo no encuentre el rendimiento ¿se debe a que es un grupo totalmente nuevo?
- Un poco puede ser. Falta conocimiento y adentro de la cancha es difícil. Lleva un tiempo saber cuándo uno va a picar, cómo te van a devolver la pelota. Igual tampoco hacen faltan quince partidos para conocerse; ya está. Ahora tenemos que comenzar a jugar bien. Tenemos que hacer las cosas bien, trabajamos para eso.
- Se te nota muy fuerte...
- Sí, obvio. Quiero revertir este presente y estoy seguro que lo vamos a hacer. Acá todos estamos convencidos en que el equipo va a aparecer y los resultados que todos esperamos van a comenzar a llegar.