Susana Trimarco siente que fue ayer cuando abrió por primera vez las puertas de la fundación que lleva el nombre de su hija María de Los Ángeles “Marita” Verón. A una década del nacimiento de esa institución, dedicada a la lucha contra la trata de personas, expresa con satisfacción: “estamos muy orgullosos de todos nuestros logros, aunque el logro más grande que yo quería no lo tengo, y es encontrar a mi hija”.
Trimarco tiene una agenda apretada y numerosos compromisos internacionales. Cuenta que se encuentra trabajando con fundaciones de otros países para elaborar un proyecto de ley contra la trata que llegue a ser tratado por el parlamento de la Unión Europea. “Argentina tiene una herramienta legal para que se puedan defender las víctimas, pero en Europa no existe eso, están atrasados totalmente”, observa.
- ¿Cuántas chicas fueron rescatadas desde que se creó la fundación?
- Se rescataron más de 10.000 víctimas. Muchas ya formaron su vida, tienen su casa y sus hijos; son contadas con el dedo de la mano las que volvieron a caer y es porque tienen familias que pasaron por lo mismo y no les dan un sostén. Todas vienen a la fundación porque esto es para ellas. La gente viene angustiada, con problemas y con la ilusión de que la ayudemos. Yo creé la fundación para eso, para que a otras madres no les pase lo que me pasó a mí cuando buscaba a mi hija, que me maltrataron y me echaron de todas partes. No es fácil el lugar donde estoy porque luché contra una mafia, les toqué el bolsillo, por eso salen a decir de mí que soy una corrupta y un montón de cosas más.
- ¿Cómo está hoy la situación en Tucumán en cuanto a esta temática?
- No están haciendo nada, lamentablemente. Yo me canso de hacer denuncias y la Justicia está lenta, porque es la Justicia la que tiene que ordenarles medidas a la Policía y a la Gendarmería. Mis abogados van a seguir las causas y no puede ser que, en algunos casos, desde el año pasado hasta ahora no hayan hecho nada. Acá en Tucumán hay un montón de prostíbulos privados, hay policías que explotan mujeres y los vienen a denunciar acá y nosotros los hemos denunciado.
- ¿Y tienen sospechas de que en esos prostíbulos haya víctimas de trata?
- Sí, hay chicas que están obligadas a ejercer la prostitución.Por ejemplo, una chica que me escribió contando que su familia cree que ella va a trabajar a un bar y en realidad estos tipos la obligan a prostituirse. Le dicen: “yo sé dónde viven tu mamá y tu papá, yo sé dónde trabaja tu hermano, vos tenés que hacer esto”. La chica mandó su foto llorando y tenemos un montón de denuncias así. También sufren mucho las chicas trans; hay una tipa que les pega con cadena y los policías les quitan la plata. Además, estoy trabajando con el Vaticano por el tema de las drogas, que es otra lucha. Acá en Tucumán siguen habiendo droga, la prostitución y prostíbulos disfrazados.