“Hay un optimismo muy marcado”, sintetiza Eduardo D’Allesio, presidente de la consultora D’Allesio IROL, a la hora de presentar a la prensa la “Encuesta de expectativa de Ejecutivos”, en el 53 Coloquio de IDEA. “Tenemos, de hecho, el mejor indicador en los más de 20 años desde que se realiza esta consulta. A partir del cambio de Gobierno hay un optimismo muy marcado y una apuesta por la nueva administración. Y desde junio, observamos que esa apuesta se ha redoblado”, reseña el especialista en análisis social. Precisamente, el estudio que realizó le pone cifras al entusiasmo del poder económico argentino reunido por estos días en Mar del Plata. Mediante esas cifras se advertirá que los empresarios esperan un 2018 promisorio en términos de ventas, inversión, toma de mano de obra, rentabilidad y búsqueda de personal con alto nivel de especialidad.
Mayoría agravada
El trabajo en cuestión consiste en la realización de 278 encuestas, enviadas por correo electrónico a los participantes de los coloquios de IDEA. “Las preguntas fundamentales formuladas al comienzo (a los ejecutivos) ‘son cómo les fue en el primer semestre’ y ‘cómo creen que les va a ir en el próximo’”, detalla el consultor.
Los números obtenidos son reveladores. Respecto del primer interrogante, el 84% de los consultados sostiene que le fue mejor o mucho mejor que antes del semestre anterior. Respecto de la segunda cuestión, el 86% considera que le irá todavía mejor, o mucho mejor, durante el próximo semestre. Algunos ejecutivos aguardan que hoy, al cerrar el Coloquio, el presidente Mauricio Macri anuncie algunas reformas.
Cuando se obtiene el índice (que resultad de combinar las expectativas positivas con las negativas) se obtiene que la perspectiva de la situación económica para el próximo medio año es de 76 puntos, precisa D’Alessio. Es, aclara, el indicador más alto desde que se realiza esta encuesta, que comenzó en 1995. Durante el gobierno anterior, precisa, rondó el 50%. Y a fines de 2001 y principios de 2002, cuando el fracaso de la Alianza, alcanzó apenas 3 puntos.
El experto toma entonces los dos extremos de la encuesta. Por un lado, el 18% que dice estar mucho mejor que en el semestre anterior, más el 21% que vaticina que estará mucho mejor en el semestre siguiente. Este optimismo -detalla- se funda en la desaceleración de la inflación, el buen manejo de la economía, la reactivación del consumo, la mejora de las expectativas, una mayor confianza en el gobierno y el crecimiento de la Construcción. En el otro extremo, el 3% que manifestó que su anterior semestre fue peor que el anterior, y el 5% que vaticina que el próximo semestre será aún peor, sostiene sus respuestas sobre la base de que persiste la inflación, de que falta reactivación porque no se recuperó la economía, y de la preocupación por el incremento de la deuda externa.
Hacia afuera
La encuesta de expectativa empresaria consultó a los empresarios que participan de los coloquios de IDEA sobre media docena de factores productivos clave. El primero de ellos, dado por las exportaciones, es el que menos expectativa ha generado entre los empresarios. Hasta el punto de que registra una tendencia interanual a la baja.
“¿Qué cree que sucederá con las exportaciones en su empresa dentro de 12 meses?”, fue la pregunta formulada a los ejecutivos. En octubre de 2016, el 44% opinó que aumentarían (según el 38% lo harían moderadamente; y según el 6% restante lo harían significante). La cifra era, por un punto, superior a los que creían que todo seguiría igual. Ahora, esa expectativa cayó al 31%: sólo el 27% cree que las ventas al exterior crecerán moderadamente, mientras que el apenas el 4% considera que subirán sustancialmente. Los que manifiestan que no habrá cambios suman el 56%.
Todos ponen
Al contrario que con las exportaciones, las expectativas empresarias en materia de inversiones son sumamente altas.
Hace un año, el 57% de los empresarios se manifestaba convencidos de que las inversiones aumentarían (según el 44%, moderamente; según el 13%, significativamente). Ahora, cuando proyectan 2018, el 63% prevé un crecimiento de la inversión, de los cuales el 14% anticipa que esa suba será sustancial. Sólo el 26% opina que no habrá cambio. Hace un año, sumaban 35% los que opinaban que no iban a producirse novedades.
Hacia adentro
El optimismo también se hace patente en las expectativas sobre las ventas, que muestran una tendencia a la alza. En octubre del año pasado, el 80% de los consultados consideraba que sus ventas iban a incrementarse (el 13% creía que el aumento sería significativo).
Ahora, el 83% considera que durante el próximo año las ventas en el mercado interno se mantendrán en suba (los que suponen que las ventas crecerán significativamente alcanzan el 18%)
Para los trabajadores
Con el empleo, además de confirmarse las crecientes expectativas empresarias, llegan las buenas noticias para los trabajadores. “¿Qué cree que sucederá con el empleo en su empresa dentro de doce meses?”, fue la pregunta a la que, hace 12 meses, el 45% contestó diciendo que se incrementaría (y lo haría notablemente según el 6%). Ahora, el 48% asevera que aumentará los puestos de trabajo durante los 12 meses venideros (sustancialmente, según el 5%). “Cuatro de cada 10 empresas consultadas prevé un crecimiento moderado en el empleo”, añade D’Alessio.
Para los empleadores
El capítulo de rentabilidad supone las buenas noticias para la patronal. Aunque leve, mantiene una tendencia a la alza. El año pasado, el 52% preveía un incremento, ya sea muy significativo (4%) o moderado (48%). Hoy, ese porcentaje asciende al 53% (el 5% cree que la suba será sustancial)
D’Alessio, finalmente, da cuenta de que la reactivación económica se constata en la Tasa de Operación. Es decir, cuando fueron consultados acerca cuál es la tasa de capacidad a la que están operando las empresas, el 26% dijo que lo hacía al máximo.
Hace un año, sólo el 19 estaba trabajando a full. Con esto, la Tasa de Operación actual ya está por encima de los índices de 2015 (25%), aunque todavía lejos de 2014 (40%).
La reforma más pedida
La reforma impositiva es, indudablemente, la gran demanda en la cumbre empresarial del año. La encuesta de D’Alessio le preguntó a los ejecutivos argentinos, literalmente, “¿cuáles son los temas más importantes para su negocio en el próximo año?” Y las respuestas de este mes ubican a la “Reforma impositiva” a la cabeza de la nómina (56%), seguida de “Tecnología”, de “Retención de Talentos”, de “Atracción de personal idóneo” y de “Salarios”. Estos cuatro últimos merecieron, cada uno, el 33% de las menciones de los empresarios.
“¿Cuáles considera los principales factores para aumentar la competitividad del país?”, fue el siguiente interrogante. Otra vez, la “Reforma impositiva” estuvo a la cabeza, con un 74% de las menciones. Le siguieron “Bajar la inflación” (47%), “Buen funcionamiento de las instituciones y de la Justicia” (44%), “Reforma laboral” (43%) y, empatadas, “Inversión en infraestructura” y “Educación” (18%).
Finalmente, en la consulta acerca de los principales temas a resolver, la “Reforma impositiva” ostenta cómodamente el primer lugar, seguida de lejos por “Reforma laboral” (34%), “Déficit fiscal” y “Justicia” (ambos en 19%), “Inseguridad” (17%), “Educación” (16%), “Inflación” (15%) y “Corrupción” (14%).
Dada las coincidencias, la encuesta consultó a los empresarios acerca de cuáles son los principales factores a considerar pensando en una reforma impositiva. A la cabeza, con un 84% de las menciones, se ubica como respuesta la “Revisión de los impuestos en cascada”, es decir, los tributos que gravan cada una de las instancias de la producción. Después siguen “Revisión de impuestos al trabajo” (71% de menciones), “Ampliación de base impositiva” (67%), “Ajuste por inflación” (45%) y “Modificación de Impuesto a las Ganancias por Impuesto a Dividendos” (29%)
Eso sí: que el Gobierno bonaerense anunciara el miércoles, justo antes de que María Eugenia Vidal participara de la primera charla del 53 Coloquio de IDEA, su decisión de encarar una reducción gradual y general de Ingresos Brutos (el padre de todos los “impuestos en cascada”), no fue ninguna coincidencia.