Cristian Lucchetti se disculpa. Se siente monotemático cuando habla del cansancio contra el que el grupo debe lidiar. Habla del lastre con el que corren los jugadores que llegaron hace poco, pero sobre todo el de los que están desde principios de año, como él. Este 2017 pudo haber sido de ensueño por todo lo que significó la participación de Atlético en las copas Libertadores y Sudamericana, pero al mismo tiempo, y compitiendo a la par de tanta excitación deportiva, el físico fue pidiendo una tregua que al día de hoy no visitó a los “decanos”.
“Algunos arrancamos el 2 de enero, sin vacaciones”, recuerda “Laucha”, y casi de manera automática, aclara: “no es excusa, si fuera por mí, jugaría miércoles-domingo, miércoles-domingo todo el año. Tenemos una oportunidad linda para poder seguir en la Copa (Argentina). No va a ser fácil”, opina Lucchetti sobre lo que será el desafío de eliminar en los octavos de final a Sarmiento, allá en Salta, este miércoles a las 21.10. Y por si algún despistado no lo cree aún, el capitán ratifica: “la prioridad es el torneo local; tenemos que enfocarnos en eso sin descuidar lo otro”.
“Es una realidad que hemos jugado muchos más partidos que el resto y en algún momento eso te pasa factura. De todos modos, no hay nada más lindo que jugar”, insiste el hombre que volvió a salvar a Atlético el viernes por la noche.
La clave de la levantada del grupo no pasa por una persona, pasa por todo el plantel. “Dependemos todos de todos. Si en un partido no estamos al 100%, no nos alcanza”, Lucchetti no tiene pelos en la lengua.
Verdades que motivan
Está claro que nadie en Atlético piensa esconder la cabeza debajo de la tierra. “Tenemos que seguir buscándole la vuelta a este presente. Hay que mirar para adelante, porque esto es largo”, aporta lo suyo David Barbona, luego de que llegara a él la consulta sobre el por qué del bajón futbolístico del “Decano”.
A Gervasio Núñez, por ejemplo, le cuesta encontrar una explicación. “No lo sé, porque uno entra a la cancha con ganas de hacer lo mejor. Hay que levantar la cabeza y seguir”. Siente bronca, impotencia. “No pudimos encontrar la pelota ni los espacios para poder jugar”. Así define Núñez una de las tantas falencias que desnudó el equipo, el viernes por la noche, ante Belgrano.
Siempre hay algo positivo dentro de lo negativo... Así lo refleja Guillermo Acosta. “Rescato el punto que sumamos porque jugamos mal. Lo del físico puede ser verdad, pero nosotros tratamos siempre de hacer lo mejor en la cancha, por el bien del equipo. A veces no se puede”, indicó.