ESTA NOCHE
• A las 22, en el Centro Cultural Virla (25 de Mayo 265).
Versiones de obras de George Gershwin, Leonard Cohen y Miles Davis, entre otros autores, interpretará esta noche la Brooklyn Jazz Band que integran Melina Imhoff (voz), Julio González Goytía (guitarra), Matthias Agüero Hinz (contrabajo) y Humberto Salazar (batería).
El grupo, creado en 2008, toca los los standards del género, que nunca salen iguales. “Cada versión siempre es distinta, porque la esencia del jazz es la improvisación y esta impide una repetición, a menos que esté escrita”, le dice la cantante a LA GACETA.
Cuando Melina cuenta durante la entrevista que enseña canto todos los días en Corrientes primera cuadra, el periodista le recuerda que allí vivía su padre, Oscar “Pajarito” Imhoff. Y ella, sorprendida y contenta, confiesa que su padre -radicado en Europa- vino a Tucumán para asistir a su casamiento.
- Tu voz tiene un registro para cantar de todo. ¿Qué género preferís?
- La verdad es que estoy estudiando jazz desde hace varios años, pero aún no termino de aprender, creo que no exploré ni la mitad del camino. Con mi pareja hacemos una música más experimental -con el grupo Los Invisibles- y allí tengo una voz más pop, rockera o lírica, pero con el jazz hay un sonido particular porque es un lenguaje bastante complejo. Hay que saber mucha teoría… y como es improvisación, cada vez que subo el escenario es una nueva manera de encarar la interpretación.
- Hablemos de los clásicos, una receta segura.
- Sí, es verdad, más allá de que uno nunca conoce el nivel cultural de la persona que va a conocer, son melodías muy pensadas para llegar a la gente. Los standards son música popular con un tratamiento de jazz. Hay que escucharlo a Frank Sinatra para darse cuenta de que los temas están jazzeados para darle un toque de elegancia y sofisticación, lo que lo hace muy entretenido para mi gusto.
- ¿Cuándo ustedes dicen versiones, qué arreglo en particular realizan a los temas?
- Mirá, el arreglo vocal que me corresponde parte de que siempre interpreto de manera diferente, según cómo esté ese día o cómo me encuentre con esa canción en ese momento, pero siempre busco darle una vuelta distinta. Y a los chicos les pasa lo mismo, todas las veces es una versión nueva, porque se trata de improvisación. Es verdad que hay orquestas de jazz que tienen los solos escritos…Pero la gente aquí improvisa mucho.
- ¿Cómo ves la ciudad en relación con el jazz?
- Hay un público de jazz y cada vez somos más, lo que hace que nos pongamos más exigentes. Los artistas siempre tienen que estudiar: la oferta y la demanda del género crecen. Hay jazz en todos lados. A principio de año se hizo el festival de jazz, que fue muy importante para todos los músicos que participamos. Nosotros, por ejemplo, fuimos invitados por Adrián Iaies al Festival Internacional de Jazz que se hace en Buenos Aires en noviembre.