BUENOS AIRES.- Luego de que la Gendarmería Nacional entregara el viernes en tribunales su informe pericial sobre la muerte del fiscal federal Alberto Nisman, tres de los hombres más poderosos de los servicios de inteligencia están en la mira de la Justicia por el caso

El ex jefe de los espías Antonio Stiuso; el ex director de Reunión Interior de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI, ex SIDE), Fernando Pocino; y César Milani, entonces jefe del Ejército, protagonizaron un inusual y llamativo cruce de llamados unas 14 horas antes de que se conociera que el fiscal estaba muerto.

Caso Nisman: apoyo y rechazo al informe de Gendarmería

Fuentes judiciales confirmaron que el próximo paso en la investigación del caso se centrará en los protagonistas de estos llamados, para intentar determinar si los jefes de los servicios de Inteligencia supieron, desde el principio, que Nisman estaba muerto; cómo lo supieron; si tomaron decisiones al respecto; si informaron al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner; y si tuvieron alguna incidencia en el estado de la escena del hecho.

Las hipótesis incluyen hasta un supuesto encubrimiento de la muerte.

El informe de Gendarmería entregado a la Justicia estableció que Nisman fue asesinado entre las 2 y las 3 de la mañana del domingo 18 de enero de 2015.

La autopsia del Cuerpo Médico Forense había determinado otro horario: entre las 8 y las 12 del mediodía de ese domingo.

La pericia de Gendarmería reveló que Nisman fue golpeado en la nariz, el hígado y las piernas

Los llamados que están en la mira comenzaron a precipitarse a las 9 horas del domingo y se extendieron hasta las 23 de ese día, poco después de que el cuerpo del fiscal fuera hallado por su madre.

La lluvia de llamados determinó que un agente de la ex SIDE, Alberto Massino, operó como intermediario entre dos sectores de Inteligencia: los alineados con el kirchnerismo (Pocino y Milani) y los enemistados (Stiuso). El intenso flujo de llamados incluyó al segundo de la AFI de ese momento, Juan Martín Mena, y al jefe de la custodia de Nisman.

El cruce de llamadas es tan sensible que la Justicia consideró que no podía ser realizado por ninguna fuerza de seguridad local. Menos, por la Agencia Federal de Inteligencia. Tampoco era seguro -afirmaron- dejarlo en manos de la propia Justicia.

El FBI de EEUU

Las terminales de los hombres involucrados es tan grande que nada les garantiza un resultado neutro. Por eso, desde la fiscal Viviana Fein hasta el fiscal federal Eduardo Taiano, en los Tribunales Federales de Retiro, mantuvieron reuniones con miembros del FBI para encomendarles el informe, entre otras medidas sustanciales en la causa.

Los estadounidenses estaban más que dispuestos a participar en la investigación de la muerte de Nisman. Estados Unidos viene demostrando su interés en el caso desde el principio. Existen gestiones del Departamento de Justicia en Washington para lograr la desclasificación de los mails de Nisman. Además, fue en ese país donde Stiuso se refugió tras su expulsión de la ex SIDE.

El FBI puso una condición a la Justicia: sus actuaciones serían secretas. Eso imposibilitó su colaboración. El sistema no permite al fiscal o al juez manejar información clasificada que no pueda incorporar al expediente. Las negociaciones se frustraron. Y el cruce de llamadas fue encomendado a la oficina de intervenciones telefónicas de la Corte Suprema. (www.perfil.com)