“Volveremos volveremos, volveremos otra vez, volveremos a ser campeones, como en el 96...”. La hinchada de Natación deberá encontrar algo que rime con 2017 para el futuro, porque la Primera del club le puso fin a una procesión de 21 años logrando lo que en las últimas semanas parecía perfectamente posible, pero que a principios de año sonaba bastante improbable: ver a los “Blancos” levantar la Copa “Club LA GACETA” al coronarse campeones del Regional “Ángel Guastella”. Y es que, aunque el club de la avenida Benjamín Aráoz venía procesando su resurgimiento ladrillo a ladrillo en los últimos años, pocos podían imaginar el salto de calidad que pegaría esta temporada bajo el mando de José Macome como head coach. Natación pasó de asomar la cabeza casi con timidez en 2016, clasificándose al Súper 8 por primera vez, a llevarse el mundo por delante este año y tumbar en semifinales al favorito de siempre (Tucumán Rugby) y en la final de ayer al más ganador de los últimos años, Lawn Tennis, por 27-20.
Ledesma: “nunca dejamos de tacklear”
Tratándose de un plantel joven y con nula experiencia en definiciones de este calibre, era una incógnita hasta qué punto la presión y los nervios afectarían a Natación. La respuesta llegó tajante: no lo afectaron en lo más mínimo. Los “Blancos” jugaron un partido casi perfecto, en planteo y ejecución, como si lo viniesen ensayando desde el 1 de enero.
Se esperaba que Natación saliera a comerse vivo al “Tennis”, impulsado por el fervor de su público y por 21 años de ganas acumuladas. Si no lograba sacar una diferencia clara en el marcador en el primer tiempo, corría el riesgo de que los “Benjamines” hicieran pesar su mayor experiencia en el complemento para tomar el control del partido y darlo vuelta, como ante Los Tarcos.
Y así fue: Natación fue protagonista absoluto de la primera parte. Bajo la conducción de Gabriel Ascárate y Máximo Ledesma (que además acertó todos sus disparos a la H), movió la pelota con audacia, velocidad y precisión, generando múltiples espacios en la defensa visitante. Tal fue la superioridad “blanca” que de los tres tries que anotó (firmados por Gonzalo García, Javier Díaz y el capitán Nicolás Orlande), los últimos dos los hizo con un hombre menos, por la amarilla a Leandro Paliza. Y en defensa también fue impecable Natación. Tackleó sin parar y no dejó hacer nada a los “Benjamines”, que no le encontraban el agujero al mate por ningún lado. El score parcial era inapelable: 21-6 para los anfitriones.
También el público tuvo su protagonismo en la final del rugby
Pero Lawn Tennis es Lawn Tennis y siempre tiene algunos naipes guardados en la manga. El ingreso de Federico Mentz resultó, como ante los “Rojos”, determinante. El apertura ordenó el juego y puso el equipo adelante. El “Tennis” arrinconó a un ya desgastado Natación y con un try de José Calliera y un try penal, pasó de estar prácticamente ido a quedar a sólo cuatro puntos, cuando faltaban siete minutos. Una eternidad para los “Blancos”, a los que el sueño comenzaba a escurrírsele de las manos. Entonces fue cuando los forwards aparecieron en todo su esplendor para cuidar la pelota como si fuera un diamante y percutir con paciencia y disciplina hasta provocar el penal con el que “Machi” Ledesma sepultó, definitivamente, 21 años sin fotos de un Natación campeón del Anual.
Un sueño hecho realidad para Natación
Los sueños están para ser cumplidos, pero para eso hay que trabajar en consecuencia. Y Natación y Gimnasia lo hizo, porque además de soñar en grande, se puso manos a la obra, perfeccionó su juego, le añadió variantes y se mantuvo en cauce sin dejarse llevar por la ansiedad.
“Los sueños siempre están. La verdad que yo cada vez que tomo un equipo trato de llevarlo lo más arriba posible. Esa siempre fue mi idea. Obviamente que en el camino uno se va poniendo objetivos más cortos, desde ganar un partido, una clasificación y otras cosas”, argumentó un orgulloso José Macome, el escultor que le dio forma definitiva a un equipo que prometía. “En un momento nos encontramos que estábamos muy cerca del final, y de allí los chicos no pararon más” completó el entrenador “Blanco”.
El tercera línea, Matías López, dijo: “sinceramente, a la vuelta de jugar en España, no me imaginaba estar viviendo esto. Tenía la impresión que íbamos a tener un buen momento, pero era mucho imaginarse esto, en cualquier circunstancia”. Y completó: “haber ganado la final, la verdad, que no caigo, no lo puedo asimilar todavía. Se siente la satisfacción de toda una vida en el club.”
El más pequeño del equipo, el medio scrum Gonzalo García, que tuvo la complicada tarea de lidiar con dos partidos trascendentales como la semifinal y la final, destacó que lo logrado es parte de todo el conjunto: “la llegada del nuevo entrenador fue la frutilla del postre que decoró lo bien que se viene haciendo en un proceso que lleva unos cinco años con varios juveniles que fueron subiendo”.
A la pregunta del por qué Natación es campeón, Martín Ramayo la resumió en que “somos campeones por la unidad del equipo, por el trabajo en conjunto y por las ganas de cambiar el rumbo”. “De un año al otro se vio una gran diferencia. Nos terminamos afianzando, nos consolidamos como equipo. Se nos dio todo, es algo increíble”, cerró el segunda línea.